Fadul critica a Lugo y dice que se les puede ganar a los colorados

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Pedro Fadul, exjefe de Patria Querida, reaparece en escena, por el momento como observador, sin sacudirse de la tentación de volver a la política. En esta entrevista afirma que el 2018 es propicio para un outsider. Advierte que los colorados volverán a ganar si no se plantea una concertación seria, no como la de 2008 bajo el liderazgo de Lugo, de quien no exteriorizó sus mejores recuerdos.

–¿Qué pasó con Fadul, Patria Querida? De nueve senadores y una vigencia de 10 años se difuminaron como la nube...

–Yo creo que fuimos muy idealistas, lo que no necesariamente es un error. Abrimos un espacio para que la gente común y corriente haga política. A mí nunca me interesó ser presidente de la República..., nomás. ¿Me explico?

–No...

–Llegar al poder y no tener poder, llegar al poder y no poder, prometer a la gente el oro y el moro y después desilusionarla, desperdiciar el tiempo, las relaciones, los recursos, las esperanzas, yo por lo menos no quise llegar nunca a eso. Yo jamás quise hacer alianzas puramente electorales. A eso se ha simplificado la política.

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–¿Dónde estuvo el error?

–Aunque cueste entenderse, yo insisto. Patria Querida nació el 26 de diciembre del 2001. En su carta fundacional se trazó un gran objetivo: hacer una gran concertación nacional con ciudadanos de todos los partidos y sectores sociales. El plan fue hacer una gran revolución positiva. Cuando yo le llamo y propongo a Yoyito Franco –en esa época presidente del partido Liberal y candidato a Presidente de la República en 2003 me dijo: “¿Cómo? ¿Ustedes convocan a una concertación? Pero si tienen cinco minutos en política. Nosotros somos un partido centenario”. Y tenía razón. Hace falta alguna carrocería política...

–Una contradicción, promueve una concertación, pero no participa en la de 2008...

–En el 2003 nos presentamos solos. Hicimos una excelente elección. Ganó Nicanor (Duarte Frutos) y promovimos acuerdos que fueron muy útiles en el Gobierno. Con los líderes de los demás partidos empezamos a armar a partir de ahí lo que se llamó Concertación Nacional. Fue a instancias nuestras. Apareció (Fernando) Lugo que en ese entonces no era político. Elaboramos un programa de gobierno, pero por el camino sucedió lo que suele suceder en política. Algunos no respetaron los acuerdos. Se descompuso el proyecto y eso terminó en una alianza básicamente del Partido Liberal con algunos partidos y movimientos más pequeños. Le pusieron a Lugo como candidato y así llegaron al Gobierno.

–¿Por qué no se sumaron?

–Yo hablé mucho ya sobre eso y no quiero ser repetitivo. He usado palabras muy bruscas en esa época, hasta groseras, para calificar lo que yo advertía que podía pasar y que finalmente pasó. Yo militaba en movimientos y asociaciones de la Iglesia y lo conocía bien a Lugo, de pies a cabeza, sus vinculaciones y sospechosas relaciones con lo que después fue el EPP y este con las FARC... En fin, nosotros argumentamos bien el porqué no queríamos ese tipo de concertación. Por eso mantuvimos una candidatura simbólica aún sabiendo que no íbamos a ganar.

–Fue el punto de inflexión para Patria Querida...

–Yo creo que hicimos lo correcto y sigo convencido de eso.

–Se les dio certificado de defunción...

–Electoralmente Patria Querida se redujo sustancialmente. No estoy seguro de que ni en Patria Querida, ni los partidos de oposición en general hayamos analizado suficientemente las razones de la decadencia. Tenemos que aprender que tan importante como ganar la elección es saber qué hacer para ganarles a los problemas, derrotar al atraso, la corrupción, el desempleo, la inseguridad, la salud, que no pase lo que pasó...

–El país de los presidentes outsider (de afuera de la política) que prometen cambiar el mundo. Ahora está Cartes...

–Cartes está haciendo algo que nadie hizo antes. Está haciendo algunas reformas en contra de la politiquería rampante, asquerosa... Veo un esfuerzo en ese sentido. No es de mi partido, no le voté, pero reconozco que hay un esfuerzo que no hizo nadie antes.

–A Cartes no le fue difícil llegar, a usted no...

–Bueno, invirtió unos cuantos dólares más de lo que teníamos en Patria Querida... (ironiza)

–¿Qué pasó?

– Estar en la cancha desgasta. Dos, para mi gusto, nos fuimos destiñendo como políticos que quisimos mostrarnos diferentes.

–Volver a la política hoy, ¿es apetecible?

–Yo no creo y no me veo como candidato. Me río de mí mismo.

–Decían que Fadul era el candidato de la Iglesia. ¿Lugo se adelantó?

–Lugo no fue el principal culpable. Los principales culpables de descomponer la concertación fueron el partido Liberal, Rafael y Carlos Filizzola...

–Un obispo era un candidato perfecto contra los colorados...

–Era muy útil la aureola de Lugo pero Lugo era una aureola y no más que eso. Yo le conocía de la aureola para abajo. Cuando llegó la hora de elegir a los candidatos de la concertación los liberales se desesperaron. Tenían miedo de no entrar en la chapa. Allí atropellaron los acuerdos y proclamaron: “Lugo-PLRA”.

–¿Tenemos en el Paraguay un electorado masoquista?

–A veces es simpático. Parecemos un país de ciudadanos extraordinarios con autoridades de mierda. Pero las autoridades son las que todos nosotros elegimos limpiamente.

–Nadie coaccionó a nadie.

– No hay lugar a dudas, Diputados es la síntesis cuasi perfecta de nosotros mismos, de mí mismo.

–Pero la democracia es alternancia. ¿Cuál es el talón de Aquiles del partido Colorado?

–Para mí el Partido Colorado ya no es más un bloque de votos color. Eso ayudamos a desmitificar. Es un gran avance. Creo que se le puede ganar, pero a mí no me interesa ganarle con el discurso de la Alianza 2008.

–Si le proponen liderar un proyecto para 2018, ¿acepta?

–No sé. No me veo candidato. Sí creo que el escenario es propicio para un outsider: sistemas electorales, redes sociales, medios de comunicación, muchas herramientas. Hay mucho menos fanatismo por los colores. El 2018 puede ser el momento ideal para alguien distinto, un outsider...

–Tienen uno, patriaqueridista, en Encarnación...

–Me alegra que Encarnación haya elegido a Luis Yd. No tengo duda de que hay que seguir y construir estos espacios de concertaciones con invitación a gente y outsiders. Hasta el Partido Colorado necesitó un outsider para ganar con sus millones de afiliados y héroes. El PLRA tampoco con sus miles de afiliados consigue sacar un candidato...

–¿Qué opina de Marito?

–No lo conozco. Parece una figura atractiva. El Partido Colorado sabe elegir candidatos.

–Los indeseables siempre entran detrás de ellos...

–Son muy vivos los tipos. Se entremezclan con las caras lindas. Personalmente no me creo capaz de convivir en esa dualidad con estas personas que se mueven con cierto tipo de combustible. No es el camino que quise elegir.

–¿Cartes tiene más aguante?

–Tiene estómago el tipo, pero de boludo no tiene ni la “b”...

–Y ¿qué pasa si habilitan a Lugo, Nicanor, Cartes?

–Lugo tiene una gran ventaja frente a otros candidatos.

–¿Cual?

–No tiene idea definida de nada. No toma partido por nada. Él anota nomás. Eso le ayuda. No sufre. Pero no se puede, es inconstitucional...

–¿Y si declaran que es posible? En este país, usted sabe.

–Y si no fuera inconstitucional, si se las arreglan y pisotean y transan y habilitan a todos los expresidentes y se presentan como candidatos..., hasta a mí me van a dar ganas de ser candidato otra vez. Es lo mejor que le puede pasar a un outsider...

–¿Cuál sería la ventaja?

–La mejor noticia sería que vuelva uno repetido. La gente ya los conoce y eso ya es una gran ventaja hasta para el competidor más desconocido...

–¿De dónde le picó el bicho de la política?

–Desde el colegio ya tenía esas inclinaciones. En el colegio Cristo Rey ya los curas promovían de que uno sea “pa’i” y yo quise ser “pa’i”, pero en el 6° curso ya quería tener novia, casarme y tener plata. Descubrí después que había sido se puede ser todas esas cosas al mismo tiempo (bromea sobre Lugo). Luego quise ser filósofo... Mi mamá le llamó preocupada a mi tío Rolando Niella (exdueño de Martel), doctor en filosofía y excelente empresario, y él me dijo: “Pedrito, la filosofía no te va a dar de comer. Hacete nomás empresario y cuando tengas plata empezá a filosofar”. Y bueno, entré a hacer política hace más de 15 años...

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