El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) se encuentra dividido en dos facciones, el sector del presidenciable Efraín Alegre y el bloque del senador Blas Llano. Días atrás se inició un acercamiento tras meses de fuertes cruces políticos y judiciales, pero se trata de un diálogo coyuntural ante una amenaza mayor desde la Corte Suprema de Justicia.
Para el dirigente liberal Dr. Carlos Mateo Balmelli, candidato presidencial independiente, el PLRA nunca demostró vocación de llegar al poder porque se conforma con un rol periférico de “segundo lugar”.
Subrayó que cada facción solo intenta buscar y conservar espacios de poder mientras no hay proyectos nacionales sobre cómo mejorar el mal servicio de la ANDE, la falta de servicio de la Essap, el saldo rojo de la INC y la renegociación del Anexo C de Itaipú en 2023.
Por su parte el Ing. Carlos Büttner, excandidato a presidir el PLRA, subrayó que un equipo de técnicos tuvo que entregar a la dirigencia liberal un plan de desarrollo nacional ante la falta de debate del tema. Señaló que si cada facción interna lucha por lo suyo, el PLRA solo conseguirá algunos lugares de poder y planteó elegir a un candidato presidencial para el 2018, de acuerdo al perfil que requiere la propuesta de desarrollo.
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División interna
Efraín Alegre es presidente del PLRA y precandidato presidencial para el 2018. Basó su campaña en tildar de “cartista” a Llano. Tiene el apoyo del sector de Salyn Buzarquis y Federico Franco, lo cual le da mayoría en el Directorio y la Convención Liberal.
Alegre aprovechó esto para copar los tribunales internos y sancionar a seis diputados llanistas, dando inicio a un proceso de división mayor. Incluso la dupla de Alegre, José “Pakova” Ledesma, lo recriminó.
Pero la amenaza de que la Corte Suprema, por una supuesta presión del Ejecutivo, está reactivando el antiguo Partido Liberal (PL), agrupación que usurpa el nombre del partido, generó cambios de posturas.
El Llanismo logró que Alegre acepte levantar las sanciones a legisladores y ceder espacios en el Tribunal Electoral para sellar una tregua momentánea.
Previamente, en la Cámara Baja, tres diputados liberales dieron oxígeno al pedido de enmienda impulsado por el cartismo y asimismo la falta de unidad de llanistas y efrainistas propició la alianza entre partidos minoritarios y la ANR para designar al contralor general y al defensor del Pueblo, prescindiendo del PLRA.
Alegre consiguió atraer a numerosas fugas del llanismo en la Cámara Baja, entre ellos Eusebio Alvarenga. Pero a su turno el senador Carlos Amarilla se alejó del efrainismo.
Por su parte, Llano consiguió que la Justicia Electoral anule todas las sanciones contra legisladores de su sector dictadas en la gestión de Alegre. Este dijo en su momento que todas estas medidas cautelares eran parte del esquema cartista.
