/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/DJWX3JLWMFCCPPZAMXKPBCNSDQ.jpg)
Cargando...
Las Fuerzas Armadas (FF.AA.) tropiezan con una serie de dificultades y de larga data que el próximo gobierno debe atender, según Picaguá.
El oficial retirado cita, además de lo que él llama la “desprofesionalización progresiva”, la “desvalorización social”, en el sentido de que la sociedad paraguaya “la considera innecesaria a estas Fuerzas Armadas”.
A criterio de Picaguá, la institución castrense ha quedado en el tiempo en nuestro país, indiferente a los grandes cambios históricos ocurridos en el mundo en décadas y que afectaron a América Latina.
“Ellas (las FF.AA.) quedan muchas veces como continuadoras de guerras pasadas, continúa con misma inercia, su misma organización, tamaño, criterios, doctrinas estratégicas, operativas, tácticas y logística, no se produjeron las rupturas entre un momento histórico y otro”, expresó.
Para Picaguá, las FF.AA. continúan con “su misma visión estratégica” desde 1935, año en que terminó la Guerra del Chaco.
“Primero, definir desafíos estratégicos”
El exjefe de Logístico, hasta fines del 2008, considera que primero se deben definir los problemas de la institución militar, establecer una política de Defensa, y luego hacer la reestructuración de las FF.AA.
“Antes que elaborar proyectos de reorganización primero hay que definir cuáles son los desafíos estratégicos del país a partir de procesos de integración como el Mercosur, la Unasur, y ver cómo podemos superar nuestras asimetrías y nuestras vulnerabilidades”, según la opinión del militar retirado.
Agregó que también se deben determinar las nuevas amenazas en una proyección de futuro. Indicó que en el 2020, “América Latina va a tener unos 600 millones de habitantes, con probables crisis de recursos energéticos, hídricos, minerales y alimenticios”. Finalmente, el general Picaguá, que también dirigió el Comando de Institutos Militares de Enseñanza del Ejército (Cimee), indicó que se debe ver la disponibilidad presupuestaria del país e inclusive modificar la Constitución para definir el tipo de Fuerzas Armadas que debemos adoptar como país para la defensa de nuestros intereses.