La XXV Asamblea General Ordinaria de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (Aiamp), que concluyó ayer en la Argentina, fue escenario del encuentro entre la procuradora general del vecino país, Raquel Dodge, y el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón.
El caso de Flavio Acosta Riveros, uno de los sicarios del periodista Pablo Medina y su acompañante Antonia Almada, actualmente preso en la sede de la Policía Federal de Foz do Iguazú y a las puertas de un juicio por el doble homicidio, fue tema obligado en la ocasión.
Sobre el punto, Dodge se mostró muy positiva y advirtió que el Ministerio Público Federal (MPF) hará todo lo que esté a su alcance para procurar que se haga justicia en este crimen.
Dodge y Díaz Verón conversaron además sobre las acciones que ambos países vienen desplegando en materia de asistencia penal mutua y, especialmente, sobre los desafíos en la lucha conjunta contra la criminalidad organizada en la región. En especial, en la persecución penal de los integrantes de la facción criminal denominada Primer Comando Capital (PCC) por sus actividades ilícitas, que se van intensificando en el tráfico internacional de drogas y armas.
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“En el mes de octubre pasado, autoridades fiscales del Paraguay y Brasil mantuvieron reuniones estratégicas en la ciudad de São Paulo, con la 2ª Cámara de Coordinación, integración y revisión del ejercicio funcional de los miembros del Ministerio Público Federal en el área criminal, con el propósito de delinear estrategias de articulación y enfrentamiento al avance del PC”, refirió Díaz Verón sobre el particular.
Flavio Acosta Riveros está sindicado como la persona que realizó el seguimiento a las víctimas y participó en la ejecución en la emboscada que tuvo lugar en un desolado camino rural de Villa Ygatimí el 16 de octubre de 2014.
El sicario fue detenido el 9 de enero de 2016 en Pato Branco, Paraná, ocasión en que presentó documentos que lo identifican como Flavio Valerio de Assunção, ciudadano brasileño, para eludir el proceso por doble crimen en el Paraguay. Por esa razón, el Supremo Tribunal Federal rechazó la extradición, pero abrió dos opciones: que Paraguay vuelva a insistir con la extradición en el futuro (en caso de que se confirme la sentencia de un juez brasileño que anuló el registro de sus documentación por falsedad) o realizar su juzgamiento en el Brasil.
Recientemente, la jueza federal de Curitiba Gabriela Hardt se declaró competente para atender el caso, ratificó la prisión de Acosta Riveros y dio plazo al MPF para presentar la acusación correspondiente. La principal prueba de la Fiscalía es el informe de llamadas entrantes y salientes proporcionado por empresas de telefonía celular que revela el itinerario realizado por Flavio el día del crimen, coincidente en hora y lugar con el realizado por Medina.
Autoría moral y material
La acusación, a cargo de los fiscales Sandra Quiñónez y Vicente Rodríguez, sostiene que el crimen fue ejecutado por orden del acusado Vilmar “Neneco” Acosta Marques, exintendente de Ypejhú, como represalia por publicaciones realizadas por nuestro corresponsal en Curuguaty sobre su responsabilidad en distintos ilícitos.
La tesis sustentada por el Ministerio Público acusa a Neneco de instigar el crimen y señala como autores materiales a Wilson (prófugo) y Flavio Acosta, hermano y sobrino del político, en ese orden.
