En su presentación ante el Tribunal de Sentencia presidido por Ramón Trinidad Zelaya e integrado por Janine Ríos y Benito González, los representantes del Ministerio Público afirmaron que las pruebas presentadas en juicio demostraron de manera irrefutable que el acusado Vilmar Acosta Marques instigó el asesinato de nuestro corresponsal en Curuguaty, Pablo Medina.
Quiñónez destacó las contradicciones de los relatos de los testigos ofrecidos por la defensa, evidenciados al cotejar el informe de telefónicas, donde figura el registro de llamadas a números de personas que dicen desconocer, cuyas líneas eran utilizadas por el acusado, estrategia utilizada de Neneco para permanecer oculto.
La fiscala recordó que si bien el testigo Arnaldo Cabrera no reveló al Tribunal todos los pormenores del plan encargado por Vilmar tal como lo hizo en su declaración ante la Fiscalía, eso se explicaba por el temor que infunde en Ypejhú el político hoy acusado, al que se refirió como “nefasto personaje”.
Sin embargo, destacó que es posible constatar la veracidad de su información con otras pruebas tales como el informe de llamadas, que confirmaban las horas de las llamadas y la ubicación de Vilmar y los supuestos autores materiales Wilson y Flavio Acosta antes, durante y después del crimen –materializado el 16 de octubre del 2014 en un camino rural de Villa Ygatimí–, coincidentes con el relato de Cabrera ante la Fiscalía.
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“¿Qué es lo que nos da eso, excelencias? La certeza de que el clan Acosta, los hermanos Acosta al mando de Vilmar Acosta Marques, fácilmente solucionaban sus problemas y ¿cómo solucionaban sus problemas? Dándole muerte a las personas que no estaban a favor de ellos. Así de simple. Sin ningún valor a la vida humana, lo más sagrado que nuestra propia Carta Magna lo consagra (...)”, acotó Quiñónez.
Familia sigue el juicio expectante
Don Pablo Medina, Gaspar y Francisco Medina Velázquez y Dyrsen Medina (foto), padre, hermanos e hija de Pablo Medina, acompañaron ayer los alegatos de la Fiscalía. También hicieron lo propio la viuda del periodista Olga Bianconi y su hijo menor Virgilio Medina Bianconi, así como varios compañeros del hombre de prensa.
Es unánime la expectativa por la aplicación de una elevada pena por el brutal crimen que representa un retroceso, puesto que simboliza el empoderamiento de la mafia de la narcopolítica en el país.