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Los estudios de correspondencia que lleva adelante la Contraloría a un grupo de “magos” de las finanzas de Aduanas apuntan a un blanqueo generalizado, es así que los dictámenes se convierten en el primer trampolín hacia la impunidad de estos afortunados.
Si bien saltaron algunas inconsistencias en los estudios de correspondencia de bienes que no se pudieron justificar, como los G. 1.000 millones del “mago” Enrique Casaccia, los G. 391 millones de Sergio Arias Carrasquillo y G. 700 millones de Alfredo Cabral Lesmo, estos son migajas con relación a la fortuna que amasaron los grandes malabaristas de las finanzas de Aduanas, dictámenes que siguen cajoneados en Contraloría.
El Ministerio Público, en el marco de la investigación por supuesto enriquecimiento ilícito, se basa en los dictámenes de Contraloría y como los informes de esta institución son “limitados”, según dijeron, la mayoría de los “magos” aseguran impunidad. Varios de los afortunados ya están con los dictámenes de correspondencia de Contraloría bajo el brazo, alardeando de que “todo salió bien” y seguir como si nada en sus cargos de oro.
Así por ejemplo los millones que amasó Alfredo Estigarribia Fretes con sueldo de G. 4 millones y quien está en lista de sospechosos de enriquecimiento ilícito desde el 2015, pueden pasar al olvido. Lujosas residencias en Asunción, en Pirayú, vehículos de alta gama y sociedad anónima con un capital social de G. 500 millones, según registros. Puede quedar impune el ya popular Elvis Carrera Ríos con su flota de tractocamiones de US$ 250 mil en épocas que cobraba G. 4 millones de salario en Aduanas, su fábrica de hielo y colección de propiedades. También un Adolfo Almirón a quien se le conocen inmuebles acumulados por cerca de US$ 1 millón, etc.
rossana.escobar@abc.com.py