–¿Van a mandar 100 becarios de una sola vez a Francia?
–Ese es el plan. Nosotros queremos colaborar con el plan del Gobierno de Paraguay de consolidar una estrategia de desarrollo para reducir la pobreza, mantener un crecimiento económico elevado e insertar a Paraguay en el mundo. Entonces ofrecimos esta posibilidad de que los universitarios paraguayos vayan a especializarse en Francia. Hasta ahora son aproximadamente 100 los que están pasando las pruebas de francés. Están estudiando de mañana y tarde en la Alianza Francesa. Para setiembre estarían viajando y no van a pagar absolutamente nada.
–¿Cómo surgió la idea? Es la primera vez que un país del primer mundo planea llevar a tanta gente...
–Como le dije. Francia quiere colaborar con Paraguay para elevar la cantidad de gente capacitada para generar y aplicar conocimiento en las áreas de ciencia y tecnología para el desarrollo. Hay muy poca producción científica y técnica. Es muy débil la innovación empresarial. El aprendizaje escolar es deficiente y el capital humano avanzado es escaso. Cuando se lanzó el ambicioso plan de becas de Conacyt para que los jóvenes paraguayos tengan la posibilidad de acceder a las mejores universidades del mundo se detectó que la barrera es el idioma.
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–Claro, los jóvenes prefieren ir a universidades de habla castellana...
–Sí, porque por más que quieran ir a Estados Unidos, Francia o Alemania, no es posible porque es fundamental conocer el idioma. ¿Usted sabe que el 70% de los alumnos eligen universidades de España, Chile, Argentina o México?
–Hay una autolimitación...
–Por supuesto y muchas veces no son universidades de mejor rango. El dominio de idiomas (que no sea el castellano) es el verdadero reto de este programa de becas. Si van a limitarse a aprender en español no hace falta ni salir del país. La Universidad Nacional de Paraguay también puede ofrecer un doctorado de nivel como el que ofrece Argentina o Chile o por lo menos acercarse a lo que ofrecen en la región. Pero ese no es el caso. Por eso es que se ideó este paquete completo para que los interesados puedan estudiar francés aquí en Paraguay y luego en Francia antes de comenzar la especialización. Además, estudiar el idioma que no es el materno, es una gran prueba sobre la motivación que tiene el postulante para acceder al programa que emprende el Gobierno del Paraguay con las becas Carlos Antonio López.
–¿Usted cree que hay jóvenes que no están motivados y que se presentan por si acaso?
–Es una realidad. No se puede desconocer que hay jóvenes que se presentan a especular por si acaso ganan una beca sin mucho esfuerzo. Cuando ven que la exigencia es alta, algunos renuncian y así se produce una selección natural. Si es muy fácil el acceso a las becas se puede también muy fácilmente fracasar en el estudio y el fracaso es un punto en contra de la inversión del Gobierno.
–¿Cómo hicieron esta selección?
–Se presentaron más de 500. Después de la selección quedaron 111. Hoy tenemos unos 100 que están estudiando francés a full en la Alianza Francesa. Ellos tienen que asistir todos los días a clases. Son 32 horas por semana. Es un ritmo fuerte, pero veo que hay mucho entusiasmo en la mayoría. Se nota que quieren aprovechar esta oportunidad que es excepcional.
–¿Cuál es la diferencia con otras becas?
–Con las becas Carlos Antonio López, los alumnos buscan la Universidad donde inscribirse y deben hacer todos los trámites para viajar. Esta es una beca excepcional porque les ofrecemos todo en un paquete, un combo completo, todo incluido, como si fuera un paquete de vacaciones al Caribe, de esos que se promocionan tanto hoy día.
–¿La inversión?
–Las clases de francés normalmente son caras. Son 16.000 guaraníes por hora. Si multiplicamos por 100 alumnos, y por semana, es elevado. A eso hay que sumarle el alojamiento en Francia, a razón de aproximadamente 1.300 dólares por mes... Los que pasan la prueba de francés en Paraguay llegan en setiembre en Francia para ir a clases en universidades francesas, donde las clases se dictan en francés por supuesto, con un nivel de idioma muy alto, como los que tienen los egresados del Colegio Francés de Asunción. Por eso somos exigentes con los becarios que aceptaron este desafío. Como le digo, nosotros queremos colaborar con esta idea del Gobierno de dotar de mejores profesionales, de mejores investigadores que ayuden al desarrollo de Paraguay. No todas las universidades pueden ofrecer una alta capacitación como podrían encontrar en Francia.
–Los gobiernos de Japón, Taiwán, Corea también ofrecen cursos incluido estudio del idioma...
–Es cierto. Sabemos que Japón por ejemplo otorga desde 1969 becas completas, con un año de japonés en Japón. Pero no van más de uno o dos alumnos por año porque se requiere también el conocimiento de inglés. El nivel en Paraguay es muy bajo. Es la razón por la cual van solamente uno, dos o tres alumnos por año. Según vi en las estadísticas, en 50 años no fueron más de 160 alumnos. A diferencia, nosotros, en un año, queremos enviar a Francia alrededor de 100.
–Es un número importante...
–Eso sí, se ejerce una gran presión porque queremos que el estudiante que vaya a Francia vuelva a Paraguay como un experto. Allá no van a tener apremios económicos y no se van a preocupar de otra cosa que estudiar. ¿Vale la pena el esfuerzo, no?
–En el Paraguay hay un enorme déficit con los idiomas..
–Exactamente. Y yo tengo un proyecto para introducir clases de idioma francés en la Universidad Nacional. No hay tantos profesores de francés y por eso vamos a elegir criterios y niveles. Vamos a comenzar con alumnos de último año de medicina, ingeniería, agronomía, turismo, educación, por ejemplo. Para este país las carreras técnicas son fundamentales y la investigación, primordial. Depende también de la respuesta que tengamos de este primer grupo para ver si el año próximo aumentamos la plaza a 150.
–¿Por qué tanto énfasis en la investigación?
–Francia dedica normalmente más del 2% de su PIB, unos 45.000 millones de euros, a la investigación pública y privada. Hay unos 260.000 investigadores distribuidos 40% en el sector público y 60% en el privado. Los resultados están a la vista. Las publicaciones y su impacto ocupan el cuarto lugar en importancia en el mundo. Es el cuarto país con más premios Nobel: en literatura, economía, física, medicina... En matemáticas está segundo con 13 medallas Fields. Hay más de 67.000 estudiantes inscriptos en doctorados. Cada año, 13.000 obtienen el diploma, el 42% son extranjeros. El doctorado dura normalmente 3 años y a lo sumo seis. Hay que investigar. Paraguay está construyendo las bases para contar con un buen equipo de investigadores.
(holazar@abc.com.py)