Hay que romper la estructura tradicional colorado-liberal

Rolando Fernández Yegros, economista graduado en Argentina, hijo del exsenador colorado mendezfleitista Alcibiades Fernández, anima a la ciudadanía a romper la estructura conservadora de los paraguayos acostumbrados a votar colorado y liberal, devenidos en su opinión en partidos mercantilistas. En esta entrevista apela al patriotismo y ofrece a su agrupación “Soberanía Nacional”, Lista 22, como alternativa.

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–Hijo de exiliado...

–Sí, soy hijo de Alcibiades Fernández. El fue empresario acá. Uno de sus hermanos, Juan Manuel, trajo el algodón. Mi papá formó Capsa (la aceitera) con un grupo de emprendedores. Se fue al exilio detrás de Epifanio Méndez Fleitas en 1956. Mi familia fue de las primeras en partir al exilio. Yo tenía cuatro años. Ellos, con Persio Da Silva entre otros, fueron fundadores de la Juventud Colorada en 1943. Estuvieron en la Guerra del 47 cuando el partido se divide en dos: “Guiones” y “Demócratas”. Mi padre y Epifanio eran de este sector.

–Gobernaron con Stroessner...

–Ellos lo apoyaron con la condición de que iba a completar el período de Federico Chaves y establecer una apertura democrática. Con el poder en sus manos sus intenciones cambiaron. El sector de Epifanio Méndez fue expulsado y obligado a exiliarse. En ese exilio le tocó ir a mi padre. El segundo gran exilio que hubo se produce en el 59, tres años después. Es cuando sale el grupo de Zacarías Arza, Florentín Peña, Lovera y Casabianca entre otros. Epifanio era uno de los líderes históricos. Stroessner lo consideró su principal enemigo. Muchos, solo por mencionarlo, eran apresados.

–Por tocar (la polca de su autoría) “Che Jazmín” los músicos iban a parar a la comisaría...

–Cuando se produce la “Primavera democrática” en Argentina con la caída de (Alejandro) Lanusse y el regreso de (Juan Domingo) Perón nos sentíamos protegidos. Epifanio era amigo de Perón. Perón murió en julio del 74 y la primera consecuencia fue la cárcel. Caímos presos todos.

–¿Acusados de qué?

–Estábamos en una asamblea. Nos cayó la policía y con ellos identificamos a Kururu Pire (Lucilo Benítez, el torturador de Investigaciones) dirigiendo el allanamiento. Nos tuvieron un mes en (la cárcel de) Devoto. Éramos como 50. Caímos presos una segunda vez: papá con Cancio Ayala Cantero, Victorino Velázquez, Ladis Sotelo, Bernardino Méndez y otros. Los militares estuvieron a punto de transferir a Epifanio y su hijo al Paraguay. Apareció preso en Formosa. Reclamamos en la embajada americana, Naciones Unidas, la Comunidad Europea. Su hermana que vivía en Estados Unidos se entrevistó con congresistas. Al final se salvó. Estaba en plena vigencia el Operativo Cóndor. A Agustín Goiburú lo desaparecieron

–¿Cómo se integraron en el 89?

–En el 89, a los exiliados nos concedieron el 33% de todos los cargos, ya sean electivos o en la Junta de Gobierno. El general Rodríguez quiso darnos hasta el 50% porque, claro, necesitaba legitimidad. Mi papá y Cancio Ayala Cantero ingresaron al Senado. Por el Mopoco entraron Waldino Lovera y Eduardo San Martín. En Cámara de Diputados entró Aquino por la Anrer; Tito Martínez Cáceres, Esperanza Leiva por los sindicalistas. Por la Juventud tenía que entrar yo pero resigné el cargo porque ya estaba papá como senador. Entró Víctor Hugo Peña y pudo acceder también, a raíz de eso, Bernardino Cano Radil. Ya aquí formamos Adeco (Agrupación Democrática Colorada). Entré a trabajar en la Secretaría Técnica de Planificación. De ahí pasé a Estadísticas y Censos, que dicho sea de paso, con Víctor Mora llevamos adelante el censo del 92, el más completo y el que verdaderamente sirvió al país. Las organizaciones internacionales nos felicitaron por eso. Los siguientes censos costaron cuatro veces más caro y no tuvieron el celo y la rigurosidad profesional como el que hicimos nosotros. El último censo, el de 2012, fue un fracaso. Pasé a la Vicepresidencia con Seifart. Se vino el Golpe del 99. Entronizaron a González Macchi. Al morir Argaña fuimos violentamente radiados del partido. Seifart estuvo preso dos años.

–Fue una feroz caza de brujas.

–Se instaló el sector más retardatario. Volvió a resurgir el stronismo que engatusó con cargos a la oposición, a los liberales con ese ridículo lema: “Gobierno de unidad”.

–Lobos disfrazados de ovejas...

–El idilio duró seis meses. Los chutaron apenas se consolidaron en el poder. Volvió el stronismo de pura cepa. Fue la peor experiencia de la transición. Hubo “unidad”, pero para el pillaje. Nunca más tuvimos cabida en el partido. Esa estructura torcida es la que continuó con alguna variante. Tarde nos dimos cuenta que no había forma de entrar para depurar el sistema... El Partido Colorado dejó de lado su rol como organización política doctrinaria para convertirse en un aparato electoral mercantilista que cobra vida solo en tiempo de elecciones. Lo mínimo que se pide para ser candidato a diputado es entre 500.000 y un millón de dólares. A nadie le alcanza ni la suma de todos los sueldos de cinco años de parlamentario para cubrir ese monto.

–Ustedes tuvieron la oportunidad de competir en las internas coloradas. ¿Por qué no se presentaron? 

–Ya competimos en el 2015, en las internas que eligieron a Alliana como presidente del partido. Estábamos inscriptos como Lista 7. Sacamos 50.000 votos y nos reconocieron 17.000. Nos chuparon todo. Las bocas de urna nos daban el 5% de participación. Ahí nos dimos cuenta. Los dos sectores se ponen de acuerdo en la mesa y se reparten los votos. Entonces dijimos: “basta” y nos lanzarnos directo a las nacionales con este nombre: “Soberanía Nacional”. Yo me lanzo como candidato a diputado por Central. Para el Senado se lanza Luis Talavera Alegre. Para Presidente se presenta Efraín Enríquez Gamón y Vicepresidente Bernardino Méndez Vall...

–¿Cómo piensan enfrentar al poder del dinero y la estructura?

–Con la consigna “Los decentes somos mayoría”. La gente ya sabe quiénes forman parte de la lista colorada: González Daher, Víctor Bogado, entre los más “distinguidos”. Tenemos que romper la estructura, esa tradición conservadora del colorado que vota por la lista oficial o el liberal por la suya. Por eso perdió Santi Peña. Fue un error catastrófico de Cartes poner en un partido como el colorado a una figura liberal.

–¿Qué propuestas tienen?

–Los que están en las listas tradicionales demostraron que tienen solo intereses personales que defender, no los de la sociedad y de la nación. Sin embargo, nuestro candidato a Presidente, Enríquez Gamón, él consiguió cuando era director de Itaipú que Brasil pague tres veces más el valor de la energía que le cedía. Los brasileros le plantearon recompensarle por su silencio. “¿Vocé cuánto quiere?”, le dijeron. El les dijo: “No. Yo quiero que alcen un 25% el valor que nos dan por la cesión de energía”. Ahí los negociadores brasileños le respondieron: “Le ofrecemos 15%” y Efraín les dijo: “acepto”. Con ese acuerdo, Paraguay pasó a recibir más de 300 millones de dólares por cesión de energía. Eso es trabajar con patriotismo. La gente no sabe eso.

–¿Quiere decir que el tiempo anterior fue de pura entrega?

–Hay que preguntarse, ¿cuántos funcionarios llegó a tener Paraguay en Yacyretá?: 2.300. Los argentinos ¿cuántos tenían?: 700. Paraguay pagaba en concepto de servicios personales el doble que Argentina. Yo siempre les decía. “Si ustedes creen que los argentinos son tan estúpidos para regalar así, están equivocados”. A cambio de los 2.000 funcionarios nosotros teníamos que entregarles la soberanía energética. Subieron la represa a la cota 83 cuando quisieron. ¡Y encima nos quisieron enchufar los 19.000 millones de dólares de deuda! Soberanía Nacional no acepta la deuda. Paraguay ya pagó lo que tenía que pagar, así como dice el informe Sachs sobre Itaipú. Tenemos que desterrar a los funcionarios venales.

–¿Qué plantean ustedes?

–Nosotros vamos a llamar a todos los técnicos, a las mentes más lúcidas del Paraguay para formar un equipo capaz de enfrentar a los equipos brasileños y argentinos. No tenemos ni una comisión para saber qué hacer en 2023. Necesitamos técnicos, economistas, empresarios, analistas... La estrategia para hacer grande a este país está cifrada en el manejo de nuestras represas. Apenas gastamos el 5% de Itaipú y mal cedemos al Brasil el 45%. Con Argentina es peor todavía. Se lleva casi la totalidad. Mientras regalamos, nuestros compatriotas consumen todavía carbón y leña, importamos derivados del petróleo...

–En Europa se plantea terminar el uso del combustible de petróleo.

–Holanda elimina en el 2025. Están empezando con los vehículos eléctricos. Otro tema que promovemos a nivel nacional es la defensa de la pequeña y mediana economía campesina, que se le ayude con asistencia técnica, créditos, rutas de todo tiempo. Con las últimas lluvias estamos viendo el calvario que sufren nuestros compatriotas de tierra adentro. Ellos no pueden continuar con carretilla, machete y un pollito de regalo para alimentarse. Por otra parte, estamos en contra de las agroexportadoras que no respetan el medio ambiente y que se prevalecen de su poder económico y político para arrasar los bosques

–¿Qué estrategia empleará la lista 22? Hay candidatos que sin tener nada fueron elegidos.

–Sabemos eso. Son excepciones. Este señor de Ab Ovo, Apuril, consiguió entrar. Nosotros también creemos que estamos entre las excepciones y que podemos dar una sorpresa. No pretendemos ir a ganar ahora al Partido Colorado ni a la Alianza. Eso sería soñar demasiado alto, pero sí podemos conseguir lugares en diputados, senadores y juntas departamentales. Entusiasmo hay, ganas hay, gente preparada tenemos. Estamos seguros de nosotros porque nos consideramos gente decente.

holazar@abc.com.py

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