Presionado por la exposición que tiene su familia, el diputado por el Dpto. Central José María Ibáñez (Añetete) comentó a sus colegas su intención de renunciar a su banca de parlamentario por el caso “caseros de oro”, informó Vera Bejarano. El caso Ibáñez provocó la falta de quorum de la sesión ordinaria de ayer de la Cámara Baja.
La reunión de los líderes se realizó ayer en horas de la mañana en la presidencia de Diputados y estuvieron varios diputados de la bancada Colorado Añetete; el líder de la bancada efrainista, Salustiano Salinas; por el llanismo Enrique Mineur; el líder de la bancada “C” del PLRA, Pastor Vera Bejarano; el líder de la bancada cartista, Basilio “Bachi” Núñez, y por el sector de colorado “independiente” Arnaldo Samaniego.
Según fuentes parlamentarias, el diputado Ibáñez compartió su postura de renunciar a la banca pero –según nuestras fuentes– sus colegas le pidieron que “aguante un poco”.
El diputado cartista Walter Harms dijo que Ibáñez no quiere comprometer a sus colegas en aras de preservar la figura legislativa y que cualquier decisión que él asuma es personal. Indicó que la salida que adopte –renuncia, permiso o pérdida de investidura– pasa por el diputado.
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Por su parte, el líder de la Bancada “C” del PLRA, Pastor Vera Bejarano, dijo que no existe una determinación de renuncia y que en la plenaria se tenía que resolver pero no existió quorum.
“Creo que Ibáñez está muy cansado y golpeado. Si bien la justicia le dio la sanción (en realidad le perdonó), él también como ciudadano recibió suficiente castigo”, justificó.
Ibáñez reconoció que robó al Estado para pagar con dinero público a sus caseros. Con ello evitó ir a juicio y obtuvo la suspensión condicional de la causa a cambio de adquirir un generador eléctrico. Ayer se habría reunido con la fiscala Sandra Quiñónez.