Anabólicos. Esteroides. Metanfetamina. Sibutramina. Sildenafil. Éxtasis. Una gran red de importación de materia prima (legal y de contrabando), fabricación clandestina, falsificación de medicamentos y comercialización de drogas sintéticas –en su mayoría– opera en Ciudad del Este.
Es lo que jura y perjura Ibar Pérez Corradi y no se contradice aunque se le pregunte varias veces. Claro que quien hace estas afirmaciones fue uno de los prófugos más buscados de la Argentina y está acusado de instigar tres asesinatos, narcotráfico y lavado de dinero.
Diversificó el negocio
Si en Argentina el negocio fue la efedrina, en Paraguay fueron otras sustancias para Ibar Pérez Corradi. Diversificó básicamente en falsificación de medicamentos usados para deportistas de alto rendimiento y drogas sintéticas. Dicen que montaron un minilaboratorio en la mismísima casa del Paraná Country donde Pérez Corradi se instaló por primera vez en el 2012. Según él, la casa fue alquilada por un argentino y por quien él llama “el árabe” (Mohanad Khalife).
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–¿Cómo metían la materia prima a Paraguay?
–Parte legales y parte de contrabando. El contrabando traía con el dueño de “Pontocom” y el dueño de “Pontocom” traía repuestos de autos y motos en la parte de adelante del contenedor, y atrás del contenedor traía contrabando el árabe.
Pérez Corradi asegura que como parte de mejorar la producción se estaba inclusive importando una máquina para fabricar “Tramyl”, igual que una comprimidora (para fabricar comprimidos). Según él, se habían comprado como 200 kilos de sildenafil también para falsificar Tramyl.
“Lo que el árabe traía son activos para industrias farmacéuticas para falsificar medicamentos, para falsificar sibutramina, los productos de Landerlan, la marca esa de esteroides Muscle que hacía él, que yo lo asesoré, yo le enseñé como hacer esas cosas, como funciona todo. Los que le ayudan a traer el contrabando de China son Alfredo Gauto y Daniel Villarreal y también el dueño de “Pontocom”. También hay un tipo que se llama Carlos Origi, que desde el Paso de los Libres en Argentina lleva mercadería a Brasil.
–¿Qué es “PontoCom”?
–Está en Ciudad del Este, es un negocio enorme. El dueño tiene un Ferrari, vive en el Country, el negocio está frente al negocio del árabe, se llama Pontocom (N de la R: Nuestro diario comprobó las ubicaciones). En los últimos cuatro años con esa marca que yo ayudé habrá ganado 5.000.000 de dólares, gran parte de esa plata la destinó para enviar al Líbano.
Según Pérez Corradi, a Khalife lo protege la Policía Antimafia Asiática, lo conocen de hace un montón. “Son los que salvaron a su hermano Abas que vende las pastillas de éxtasis y las comercializa con Samir, sobrino de Vania Morali” (sic).
“Otra de las que vende las pastillas, es la empleada de él, Norma. A Norma le agarraron con pastillas de éxtasis, tuvo que poner plata a la Policía Antimafia también”.
“El árabe este, la primera vez que se compró unas zapatillas Caterpillar (sic), en el 2010 habrá sido, salió contento afuera de su local, con las zapatillas nuevas, para que las vean todos, se las había puesto al revés. Cómo explicás que un tipo así tenga una casa que vale una fortuna en Foz, compró una casa que vale 1.500.000 dólares, el hermano que tiene un SLR (Mercedes), ¿cómo explicás todo eso? Todo eso lo tienen porque yo les ayudé con narcotráfico, con negocios de narcotráfico”.
MAÑANA: FINAL
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