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Salty River SA, sociedad de María Selva Morínigo, esposa del fiscal con permiso Javier Díaz Verón, compró en noviembre del 2013, una propiedad de 20 hectáreas cuyo valor de mercado es de US$ 1 millón. Sin embargo, el precio se subvaloró a 540 millones de guaraníes o US$ 100.000 en la escritura de transferencia protocolizada el 11 de junio del 2014.
Rubén Recalde, amigo de Díaz Verón y su esposa, representó a la sociedad y firmó los documentos de la transacción.
El inmueble está ubicado en el lugar conocido como Rincón El Peñón de la ciudad de Limpio y según lo anunciaron los organismos estatales como el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), y confirmado por el propio Díaz Verón, fue adquirido para erigir allí el futuro parque industrial de este distrito.
El futuro complejo industrial de Salty River tiene 26 hectáreas, ya que además de las 20 hectáreas mencionadas, la firma compró, también a precio irrisorio, otras 6 hectáreas, según escritura que asimismo obra en nuestro poder.
Los agentes y tasadores inmobiliarios coincidieron que, en la época que la esposa del fiscal realizó la compra, los precios de los terrenos en esa zona eran por lo bajo US$ 50.000 la hectárea, por el “boom inmobiliario”. La esposa de Díaz Verón, consiguió “precio”, a solo US$ 4.900 la hectárea, según lo asentado en la escritura.
Considerando los valores de referencia de las inmobiliarias, las 20 hectáreas adquiridas por la empresa de Morínigo valen US$ 1 millón. Los agentes inmobiliarios también refirieron que la subvaloración es típica en este tipo de transacciones, ya que mediante esta estrategia se reducen costos de transferencia e IVA.
Los extractos bancarios también desmienten al valor del inmueble consignado en los registros públicos. En paralelo a la escritura que oficiaron por G. 540 millones de transacción, existe un contrato de compraventa con los hermanos Benigno, Victoria, Dionicia, Delicia, Florencia, Vidalia y Bernardo Giménez Díaz, además de una prima de estos de nombre Julia Sánchez (+), por valor de G. 1.000 millones, respaldados con varios cheques y boletas de depósito.
Nos comunicamos con una de las hermanas (Delicia Giménez Díaz), quien negó haber vendido la citada propiedad. Resultó que la mujer es madre del periodista de Telefuturo, Aníbal Espínola, quien minutos después se comunicó para confirmar el negocio que realizó su familia con la empresa de la esposa del fiscal.
El comunicador primero refirió que hubo un solo pago de G. 1.000 millones que se depositó en su cuenta de Visión Banco. En una segunda conversación facilitó documentos y boleta de depósito y dijo que el pago se hizo en dos cheques por valor de G. 500 millones cada uno y que uno de ellos fue a parar a su cuenta en la citada entidad.
Espínola desconoció la escritura de G. 540 millones y ratificó que su familia vendió por G. 1.000 millones la propiedad. Sin embargo, el nombre de su madre figura en el documento protocolizado por la notaria Rossana Mabel Ramírez.
Por su parte, Rubén Recalde, suspiró largo en el teléfono cuando le llamamos y señaló: “Rossana, estaba esperando tu llamada en algún momento. Te juro que mi corazón está palpitando más de la cuenta, voy a tener que cortar, porque me hace mal, porque realmente tenía muchas cosas... disculpame”, y cortó la comunicación.
rossana.escobar@abc.com.py