“La jerarquía de la Iglesia fue injusta conmigo...”

–Usted agradeció a unos sacerdotes de los bañados y también hizo alusión a obispos que dieron un mensaje para que se vote “en contra del aborto y del matrimonio gay”. ¿Qué hubo ahí?

–Tal vez mi fe sea más débil que la de otros, pero es fe al fin. Tengo mis creencias. Hice mi construcción religiosa propia desde mi formación jesuita de 11 años en el colegio Cristo Rey. Por eso recordé a los padres de los bañados, a la hermana Regina, al pa’i Velasco, pa’i Oliva... Yo tengo mucho soporte espiritual, pero lo manejo muy privadamente. Pero sí, en el colegio teníamos esos curas revolucionarios como Sanmartí, Munárriz, Yelpi, el padre Moreno... Eran curas excepcionales, con una gran formación intelectual y convicción revolucionaria. Yo me formé con esos sacerdotes.

–Sobre todo en disciplina eran campeones...

–¡En disciplina, claro! Quién no se acuerda del padre Aguirre. Era terrible, casi un militar; el padre Costa... Por eso me dolió un poco cuando se contaminó la campaña con ese tema, porque cada uno tiene su propia fe y la construye un poco de acuerdo a sus circunstancias. Me dolió que la máxima jerarquía de la Iglesia, en la que creo, pida directamente el voto para Arnaldo.

–Pero ¿fue así realmente?

–Sí, claro. Es raro que una jerarquía de la Iglesia tome partido por un candidato. Pero tampoco hay que olvidar la reacción de Conferpar (Confederación de Religiosos del Paraguay). Reaccionaron los jesuitas. Hubo reacciones como la de monseñor Mario Melanio Medina. Ahí hay un debate que me parece tiene que continuar dentro de la Iglesia, si van a seguir con estas acciones o no; porque no cayó bien. El resultado de las urnas demuestra que la gente rechazó esa suerte de intromisión, entre comillas.

–Y ¿cuál es su posición finalmente sobre estos temas tan controversiales como el aborto y el matrimonio gay?

–Yo expliqué claramente. Como dice el papa Francisco, ¿quién soy yo para juzgar sobre la opción sexual? Hay que dejar que continúe el debate en la sociedad y que desemboque el resultado en el Parlamento. Ese es el camino. Lo mismo en el tema aborto, con la salvedad de que yo aclaré bien que estoy en contra, salvo que la madre esté en peligro de muerte. Es el drama que estamos teniendo como el caso de esas nenas embarazadas de 10, 11 años, violadas por sus padrastros o sus parientes, casos que tuvieron repercusión mundial. Me parece que la jerarquía de la Iglesia fue injusta conmigo. Se pretendió usar electoralmente esta cuestión.