El cuestionamiento de los laicos que forman parte de los movimientos Comunidad de Vida Cristiana, de Profesionales Católicos e Internacional de Apostolado de los Medios Sociales Independientes, se conoció ayer luego de la entrega de una nota a la Conferencia Episcopal Paraguaya. Lleva la firma de Mirian Arrúa de Scorza, Daniel Bogado y Jorge Moreno.
Los firmantes asumieron la postura de cuestionar la actitud de la jerarquía alentados por la exhortación del papa Francisco de rechazar con firmeza los casos de abusos en el seno de la Iglesia católica, especialmente cuando afectan a jóvenes y niños.
Al cuestionar la falta de reacción ante las denuncias expresan: “Nos preocupa la falta de respuesta inmediata, el silencio y la reacción poco clara y dubitativa de la jerarquía eclesiástica, quienes, antes de esperanzarnos con una acción clara, más bien proyectan una imagen cómplice”.
Reconocen que la Iglesia debe obrar con prudencia y que debe tomar decisiones con conocimiento de causa en forma responsable, pero con la debida celeridad para evitar caer en la complicidad por omisión, como ya ocurriera en muchos casos.
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“Instamos a nuestra jerarquía eclesiástica a que, en caso de denuncias y de indicios serios de abusos sexuales, se deriven los casos a la justicia ordinaria y se tomen las medidas correctivas en forma inmediata”, añaden y se solidarizan con las víctimas ofreciendo su apoyo y comprensión.
En comunicación con ABC, Mirian Arrúa dijo que decidieron remitir la nota a los obispos porque “no hay transparencia” en los procedimientos que se están tomando y todo indica una suerte de encubrimiento. Por ejemplo, hasta ahora nadie sabe qué pasó del padre Carlos Urrutigoity de Ciudad del Este ni del sacerdote argentino Carlos Richar Ibáñez que fue profesor en la Universidad Católica, ambos acusados de abuso contra menores.
Citó otros casos que ocurrieron recientemente, como el del padre Silvestre Olmedo, que acosó a una joven de la Pastoral Juvenil de Limpio. Indicó que se planteó firmar a otras nucleaciones, pero no aceptaron “porque no quieren tener problemas”.