Las grandes desigualdades son una amenaza a la paz

El arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, exterioriza su preocupación por las grandes desigualdades que amenazan la paz social en nuestro país. En esta entrevista, exhorta al nuevo presidente, Mario Abdo Benítez, a combatir frontalmente la pobreza y la impunidad. Habla extensamente de la crisis desatada en la Iglesia y que tiene como epicentro al mismo papa Francisco, quien recomienda orar y no contestar los ataques.

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- ¿Cuál es su expectativa por el advenimiento del nuevo Gobierno?

- La comunidad entera espera el fortalecimiento de las instituciones, muy descreídas, muy debilitadas: el Poder Judicial, el Parlamento... La justicia pronta y barata es un clamor ciudadano, y que alcance a todos, no solo a los que tienen dinero. La ciudadanía requiere que el Gobierno emprenda una política social preferencial fuerte. Estoy hablando del combate frontal a la pobreza...

- Las grandes debilidades de este país: justicia y pobreza...

- Las grandes desigualdades que existen en el país pueden amenazar la paz. El cáncer de la corrupción solo puede ser extirpado poniendo fin a la impunidad.

- ¿Qué opina de ese movimiento ciudadano que con “escraches” está provocando la renuncia de parlamentarios, algo que no consigue la administración de justicia?

- Me hace acordar de la visita del Papa (en julio de 2015), cuando los jóvenes le escucharon decir: “Hagan lío”. Ahí nomás surgió “UNA no te calles”. Fue un gran movimiento que inclusive consiguió destituir a la ministra de Educación (Marta Lafuente) y al rector (Froilán Peralta). Ahora viene un grupo como este y, por supuesto, hay que felicitarles porque procuran establecer un criterio de justicia y de verdad que nuestras instituciones vacilantes y débiles no consiguen.

- ¿Es suficiente que se aparten los acusados?

- No, no es suficiente. A estos que han renunciado ¡¿quién les pide ahora que devuelvan lo que robaron?! Acá renuncian y hasta los felicitan por eso: “¡Qué valiente que es usted al renunciar!”, dicen. Es una actitud preocupante. Como dice el Papa, el corrupto es aquel que sabiendo que está haciendo el mal no es capaz de corregirse y de redimirse. La organización judicial debe actuar. No puede seguir dominada simplemente por el dinero y el poder político.

- ¿Se vienen momentos difíciles para la Iglesia? ¿Cómo el pueblo católico debe interpretar esas acusaciones de abusos de menores? ¿Le afectan al creyente?

- Estamos rezando por eso. Hay una cantidad de movimientos, de rezo de rosarios permanentes para mantener la unidad de la Iglesia y sentirnos en comunión con el Papa. Como decía Voltaire: “Miente, miente, que algo queda”. Es el principio que guía a esas personas que quieren crear una confusión y escándalo en la Iglesia. Los obispos del Paraguay hemos enviado una carta de solidaridad al Papa ante la campaña que pretende menoscabar su ministerio petrino y su persona como obispo de Roma y pastor de la Iglesia universal. Le dijimos al Papa: “No estás solo” y prometimos acompañarlo en su propuesta de volver a las raíces del Evangelio, ser una Iglesia pobre para los pobres...

- ¿Cuál es el móvil de los ataques?

- Provienen de un sector de la ultraderecha de la Iglesia. Es una lucha de poder que existe, como ocurre en toda sociedad humana. Es la resistencia a una renovación, una redirección que impulsa el Papa. Debe ser complejo para los europeos el hecho de que un latinoamericano con su sencillez se instale en las mansiones del Vaticano con sus salones inmensos, fruto de toda una historia de la cultura europea. Francisco llegó y dijo: “Señores: yo quiero vivir en forma sencilla y pobre en la Casa de Santa Marta”, en vez de hacerlo en el habitual apartamento papal del Palacio Apostólico Vaticano. Eso ya es un choque grandioso para aquellos que estaban acostumbrados a los ornamentos y suntuosidades, a las mitras llenas de adornos y de oro. Todo esto cae mal en algunas sociedades muy desarrolladas porque también se ataca claramente al capitalismo y al consumismo...

- Un exnuncio pidió inclusive que el Papa renuncie... - Sí, el exnuncio (Carlo María) Viganó. El acusó al Papa de haber silenciado los abusos atribuidos al cardenal (norteamericano Theodore) McCarrick (de 88 años). Se permitió divulgar al mundo exterior todos los datos confidenciales de la Iglesia que tenía en su poder y pidió que Francisco se aparte de su papado.

- ¿Por qué lo hace?

- Sería inexplicable si no existiera un profundo resentimiento con el papa Francisco. Pretendía ser el director del Gobernarato del Vaticano, que normalmente es el que cuida el Gobierno del Vaticano. En este momento el director es el cardenal (Giuseppe) Bertello, al que también lo acusa de varias cosas. Este mismo obispo es el responsable de (la ventilación de) los Vatiliks (información confidencial del Vaticano), en tiempos de Benedicto...

- Sí, salieron varios datos...

- Entonces, hay en él una serie de resentimientos y de amargura. Se han unido otros tantos ultraconservadores, encabezados por unos cuatro cardenales, que han presentado objeciones al permiso que se otorga en determinadas circunstancias a los esposos vueltos a casar para que puedan recibir el perdón de sus pecados y puedan acceder, según su conciencia al matrimonio, una cuestión que el Papa introduce en su documento Amoris Leatitia (2016).

- Y ellos no aceptan.

- No.

- ¿Cuál es la respuesta?

- La respuesta del Papa es el silencio y la oración. La Iglesia no funciona con escándalos. Al contrario, las posiciones que adopta el Papa lo han elevado a un pedestal grandioso de respeto en todo el mundo. Se lo reconoce como un superlíder, dentro de su sencillez, rectitud, transparencia y de búsqueda de cambio y renovación. Por supuesto, tiene que chocar con muchos intereses.

- En medio de la polémica, algunos Estados reclaman que el celibato no sea más obligatorio...

- No es obligatorio, comencemos por ahí. El seminarista que fue formado durante cinco, seis, ocho años, sabe el estilo de vida que va a abrazar. Libremente pide su ordenación asumiendo el celibato.

- También se pide que el secreto de confesión no se aplique a los casos de abusos...

- Me viene a la mente Tomás Moro, confesor de la Reina (de Inglaterra). Prefirió morir (decapitado en 1535) antes que revelar un secreto de confesión que es lo más profundo, lo más estricto de este Sacramento.

- ¿Y en los casos de pederastia?

- ¿Por qué hay que reducir los casos de pederastia al secreto de confesión solamente? ¿No sucede acaso dentro de una familia? ¿Acaso no sucede también en las congregaciones evangélicas como se ha revelado en Estados Unidos? Según los estudios, los porcentajes son mucho mayores que en la Iglesia Católica. El 0,2% de los sacerdotes en los Estados Unidos han caído en la pederastia mientras que otros tienen hasta 30%. Uno se pregunta entonces, ¿por qué estos ataques se centran justo sobre la Iglesia Católica? Aquí mismo en Paraguay hay tantísimos abusos de menores en las familias... Además, ¿quién es el que tiene autoridad para hacer recomendaciones a una Iglesia de trayectoria milenaria? Bueno, de todos modos, escuchamos y agradecemos. Mantenemos siempre respeto a la verdad y a la confidencialidad.

- Cuando decimos que se vienen momentos difíciles, ¿vamos a tener aquí ese escenario de violencia que vimos en la Argentina con la discusión sobre el aborto?

- El momento tan difícil se viene de hace tiempo a través de la agenda pro muerte de Naciones Unidas. Piense solamente en Europa. Con esa política, es cada vez menos la cantidad de nacidos. Para sobrevivir, una cultura necesita por lo menos 2,3% de natalidad. Europa tiene 1,3%. Por lo tanto, la cultura musulmana se impondrá inexorablemente muy pronto.

- Pero el debate se viene...

- La Iglesia no asume el aborto como un tema religioso. No es un tema religioso. Es un tema de la naturaleza humana, pero las “femináceas” -porque las llaman así- son las que atacan a la Iglesia porque la Iglesia defiende la vida.

- ¿Cuál es la recomendación sobre la donación de órganos? Hay una ley que acaba de aprobarse...

- El mejor gesto de solidaridad es permitir que la otra persona enferma pueda seguir viviendo, y por eso, todo lo que pueda ayudar a este proceso muy bien, pero se respeta la voluntad de cada donante. Si alguien no quiere, que lo diga: “No quiero que mis órganos sean donados”, y ya está.

- ¿La gente se aleja de la Iglesia por todos estos escándalos?

- Estamos en una crisis. Pero el que sabe su fe se aferra porque la fe cristiana es un tesoro de humanización, de solidaridad, de servicio sin discriminación. Entonces, los que saben su fe son por ejemplo los que participaron en forma multitudinaria en la beatificación de la Chiquitunga. Ha sido una sinfonía y un clamor hermosísimo. Es la demostración de cómo los católicos depositan una fe increíble en el testimonio de vida de una joven, valorando su solidaridad, projimidad, apostolado, pero también integridad, castidad, de poder ofrecer su vida a Dios y a los hermanos. Ese es el regalo de la Chiquitunga.

- Le van a levantar hasta un templo...

- Lo que queremos es que la obra de arte de Koki Ruiz, que es maravillosa, que esa imagen hecha con 70 mil rosarios, continúe por mucho tiempo como un monumento dedicado a la cultura, y al lado se erija también su templo, su capilla. Por otra parte, la diócesis de Villarrica y los de la congregación Carmelita, tanto ellas como ellos, quieren un lindo templo en colonia Independencia donde consiguieron unas dos a tres hectáreas.

- ¿Su lugar en Asunción?

- Al lado de la rotonda que divide la Costanera I de la Costanera II...

holazar@abc.com.py

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