Los fueros protegen a “hombres escombro” metidos a parlamentarios

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En el Congreso de la Nación deberán estar los mejores hombres del pueblo, todas las luces juntas que harían de esta República una cultura fuerte, respetada y admirada. Sin embargo, en la vida nacional sucede todo lo contrario, los peores ejemplos, los seres más limitados y los individuos menos aptos se infiltran con astucia y se afincan ocupando el lugar que por naturaleza no les corresponde. Son los “hombres escombro”, vulgares invasores con propósitos ajenos a la patria, por eso deben acabarse los “fueros” para que las apetencias subjetivas desaparezcan y en consecuencia se decanten lógicamente. Así emergerán los distinguidos, los sobresalientes, los capacitados