Marito busca involucrar a la CAP en la elaboración de un proyecto país

“Hoy en el Paraguay no hay independencia de los poderes del Estado, hay una subordinación y no funciona la República porque está secuestrada”, dijo ayer uno de los precandidatos presidenciales de la ANR, Mario Abdo Benítez, en una reunión que mantuvo con los directivos de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), en el Hotel La Misión.

En ese sentido, Benítez solicitó a los miembros de la CAP el involucramiento del gremio para planificar un proyecto país, coordinando con el sector privado, la academia y la parte pública.

“Propongo impulsar un proceso de fortalecimiento institucional del Estado, porque la nación se construye sobre instituciones, no sobre personas; las personas somos momentáneas y el desarrollo del país depende de la fortaleza de sus instituciones”, expresó. El senador enfatizó que cuando entendamos eso, vamos a avanzar en la democracia.

Durante el desayuno de trabajo, Marito también dijo que si en el país siguen los problemas de la Justicia o con los cambios de las reglas de juego en el sector económico, es difícil que se puedan mantener las inversiones o atraer nuevas.

El líder del movimiento Colorado Añetete refirió ante la CAP el tema de las alianzas público-privadas, y opinó que el Gobierno actual se equivocó en iniciar con grandes proyectos, como el del aeropuerto, entre otros, constatándose tráfico de influencias y diversas presuntas irregularidades que están siendo investigadas.

El mismo, de ser electo, prometió avanzar en la formalización tributaria y en disminuir la evasión impositiva, al tiempo de disminuir los gastos rígidos del presupuesto para la burocracia estatal.

Por su parte, el titular de la CAP, Carlos Jorge Biederman, enfatizó que la mayor preocupación que el gremio manifestó al precandidato de ANR es por la mala calidad del gasto público que hoy se tiene. “No puede ser que el 90% del presupuesto sea gasto rígido y no quede nada para infraestructuras”.

Igualmente, enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de las prestaciones públicas en salud, educación y servicios básicos, que son de mala calidad, según manifestó Biedermann.