No hace falta revolución armada para desbloqueo de listas sábana

El ganadero Fidel Zavala, sobreviviente de un secuestro de 94 días por el EPP, decidió candidatarse a senador por el Partido Patria Querida. En esta entrevista, el conocido empresario dice que lo motiva el tema seguridad, no solo por haber sido un perjudicado sino en nombre de las decenas de víctimas diarias de la delincuencia común y organizada. Zavala relata facetas de su cautiverio y asegura que los terroristas siguen ahí al acecho.

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–¿Como qué ingresa a la política?

–Como candidato a senador por Patria Querida. Rocío Vallejos se lanza como candidata a diputada. La decisión es firme. Hay otros nombres de personas con las que estamos hablando. La idea es mejorar la oferta de figuras que tenemos en la clase política. Esa es la consigna.

–¿Por qué Patria Querida y no el Partido Liberal? 

–Yo soy liberal y tuve propuestas del partido, pero Patria Querida es el partido que mejor gestión parlamentaria ha tenido desde su creación. Lastimosamente se equivocó desde el punto de vista electoral. Encontré aquí un grupo que comparte la misma visión, la misma preocupación.

–¿Qué lo motiva?

–La inseguridad. No hablo solo como exvíctima del EPP. Hablo de la seguridad como algo transversal a todos: la gente que se muere a diario por la acción de la delincuencia, de los motochorros, los asaltos domiciliarios, asaltos feroces del crimen organizado, el narcotráfico. Yo no quiero ser uno más del montón. No entro a la política para hacer negocio, sino como vocación de servicio.

–Esta es la época en que todos se ponen el disfraz de corderos.

–Este es un país que se desarrolla a pesar de su cuestionada clase política. Este tema de la enmienda radiografía de cuerpo entero la hipocresía de los políticos y la lucha por meros intereses para conservar el poder.

–Todo se hace en función de los dinosaurios políticos.

–Tenemos que llamar a toda la clase pensante del país a que se involucre. Yo tuve mucha esperanza en (Horacio) Cartes porque venía del sector empresarial. Su error fueron sus asesores. La reina de Inglaterra cumplió 65 años al frente de la monarquía. Es la más larga de la historia de Europa. Por ella pasaron 13 primeros ministros, desde Winston Churchill, pasando por Margareth Thatcher, Tony Blair, entre conservadores y laboristas. Goza de 93% de popularidad y dicen que se debe a que nunca emitió en público una opinión política. Si el presidente Cartes se hubiera dedicado a gobernar tal vez podía haber cosechado mejor imagen y no echar por la borda la marca país con ese proyecto de enmienda que impulsó en un día (el 31 de marzo) en que estaban reunidos en Asunción 2000 delegados de decenas de países del mundo (en un Congreso del BID). La única imagen que se llevaron fue la quema del Congreso y el asesinato de un joven activista liberal.

–¿Es posible aprovechar esta próxima elección para desembarazarnos de los sinvergüenzas?

–Yo creo que tenemos que hacer un esfuerzo. Así como yo me decidí espero que muchos como yo hagan lo mismo. Pongámonos de acuerdo y desbloqueemos las listas sábana. Presionemos. No hace falta que sea una revolución armada. Hagamos movilizaciones, revolución a través de las redes sociales. Tenemos que exigir el desbloqueo de listas. Pero tenemos que participar todos y no ser expectantes pasivos. Así no.

–¿Cuál es el tema seguridad que más le preocupa?

–Tenemos decenas de leyes que se contraponen unas con otras. Un ejemplo: no puede ser que el Ministerio de Defensa no esté en la línea de mando. La Policía depende del Viceministro del Interior, pero la chequera tiene el comandante de la fuerza. ¿Y el ministro? Seprelad (Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero) es otra de las instituciones que hacen a la seguridad. Depende del Ejecutivo; Senad (Secretaría Nacional Antidrogas) depende del Ejecutivo, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC, la que combate al EPP) depende del Ejecutivo. Entonces, si el Ejecutivo se pone en modo de elección como ahora, si el piloto está en tren eleccionario, ¿qué podemos esperar? Acá hay gente que no está dispuesta a cambiar este statu quo. Tenemos que revisar todo, desde la malla curricular de la formación de policías, los esquemas de control... Colombia tiene la mejor policía de Iberoamérica gracias a los cambios transversales que produjo.

–¿Dónde están los déficits?

–La jefatura policial departamental debería depender del gobernador de cada departamento. Hoy, la policía de Asunción solo puede trabajar con la Intendencia si esta presenta una nota pedido vía Policía Municipal. Las policías del mundo dependen de las autoridades locales. El crimen organizado crece a pasos agigantados. Escuché decir a un jefe policial que Paraguay tiene uno de los menores índices de criminalidad de la región. Yo le puedo asegurar que eso no es cierto. Lo que pasa es que acá hay un subregistro feroz.

–¿Cómo es que todavía no se pudo destruir al EPP y sus derivados si en este país no hay montañas como en Colombia? 

–Es una suma de cosas. Nadie entra al monte a pecho gentil salvo que se tenga demasiado trabajo de inteligencia. Es una de las cosas que falta. En segundo lugar, tenemos instituciones débiles. No me refiero solo a la policía o a las fuerzas militares. Me refiero al Ministerio Público, al Poder Judicial. No se puede dar responsabilidad a los fiscales y jueces de la zona so pena que les sirvamos como carne de cañón.

–¿De dónde son estos terroristas? ¿Son lugareños? 

–Son lugareños y hay gente de afuera. Tienen un brazo político que antiguamente era Patria Libre y hoy están divididos en varios grupos.

–¿Cuáles grupos?

–Mire quiénes eran los integrantes de Patria Libre y donde están hoy. De ahí puede sacar las conclusiones. Están en diferentes partidos.

–¿Frente Guasu, Avanza País, movimientos campesinos, dónde?

–Están en varios. Hay movimientos campesinos que son funcionales a ellos. Alejandro Ramos era secretario general de la Organización Campesina del Norte (OCN). Fue candidato a diputado de Concepción por Patria Libre y uno de mis captores.

–¿Cuánto tiempo secuestrado?

–Estuve 94 días (desde el 15 de octubre de 2009).

–Tiempo de lluvias.

–De octubre a enero. Era la época del Niño: calor, mosquito y lluvia. Era impresionante lo que llovía.

–Alguna enfermedad?

–Gracias a Dios no tuve nada. La adrenalina... Ramos fue mi “guardia bueno” inicialmente. Hoy le tiene al ganadero (Félix) Urbieta de Horqueta. Ellos tienen un la política y un ala militante, campesinos de día y guerrilleros de noche. Otros fungen de logística. Hay gente radicalizada y están las que son usadas.

–¿La propiedad de ustedes está en su zona de influencia? –Está en el eje de operaciones de ellos. Tengo entendido que se desplazaron más al sur ahora, hacia la zona de San Pedro. Pero no se puede uno descuidar. Durante mi cautiverio yo sabía exactamente dónde me tenían. Yo planteé que se tire el paquete del rescate desde un avión. Salió Osvaldo Villalba (jefe del grupo terrorista) y me preguntó. “¿Vos sabés dónde estamos?”. Le dije que sí. Eso fue en el campamento 11. En el campamento 12 y 13 ya me tuvieron con los ojos vendados. Cuando me dieron las referencias para volver a la estancia antes de ser liberado, me ubiqué enseguida. La referencia principal era el arroyo Trementina. Me dieron una mochila y una radio para entrar en contacto con mi gente.

–¿En todo ese tiempo había peligro de vida?

–Uno comienza a cuestionarse el riesgo de vida cuando le mandan cavar un pozo y escuchar lo que comentan y discuten sobre el momento en que lo van a matar a uno. La cabeza trabaja las 24 horas. Hay una lucha interna que uno tiene. Es difícil discernir la verdad de la mentira, la fantasía o la ficción. Le imploré a Osvaldo Villalba que no jugara con los sentimientos de mi madre.

–¿El Síndrome de Estocolmo?

–Yo no tuve ningún Síndrome de Estocolmo. No creíamos que existían esos grupos (EPP) hasta que sucedió. Ellos tienen un caldo de cultivo ideal: hay que atacar el problema de fondo que es la desigualdad, ausencia de Estado, autoridades corruptas, de baja cultura, pocas oportunidades. Su discurso en zonas pobres prende.

–¿Qué secuelas le quedaron?

–Uno cambia. Uno sigue siendo víctima indirecta del secuestro. Voy al campo con un esquema de seguridad. En la casa hay perros, muchas luces por fuera, guardias, todo un esquema. Pero somos gente de trabajo.

–¿Cuánto se pagó?

–Está todo publicado. Fueron 500.000 dólares.

–Ya mataron mucha gente.

–Mucha gente.

–¿Dónde pueden estar los que están hoy secuestrados? –No pueden estar lejos de sus centros logísticos. Cuando les pisan los talones, si se sienten como en su casa, fácil pueden tener a sus cautivos un año, dos años. En Colombia había cárceles en el monte. Tenían prisioneros que cumplieron allí 12 años. Ingrid Betancourt estuvo siete años. Es terrible. Yo entiendo a la gente que vive en la zona (de Tacuatí) y tiene miedo. Nuestras instituciones son muy informales en el manejo de información. Alguien pasa un dato y puede poner en riesgo su vida.

–¿A usted no le produce terror que hayan asesinado a Lindstrom, a pesar de haber pagado rescate?

–Claro que sí.

–¿Por qué tanta saña con él?

–Lo que se dice es que Lindstrom no cumplió algo con ellos y que por eso lo ejecutaron. Él brindaba servicios de maquinaria y supuestamente tocaba montes que ellos no quieren que se toque. Ni siquiera eran montes lo que limpiaban la maquinaria de Lindstrom. Limpiaban pasturas alzadas.

holazar@abc.com.py

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