“La posición del Gobierno paraguayo es no acompañar comunicado alguno que esté fuera de lugar, ni del Mercosur, Unasur o Celac”. Fue lo manifestado por el ministro sustituto de Relaciones Exteriores, vicecanciller Óscar Cabello Sarubbi.
La declaración de la autoridad de la Cancillería nacional, que interina la cartera estatal debido a la visita del canciller Eladio Loizaga al Japón, confirma las consultas de algunos bloques regionales para una supuesta firma de documentos para apoyar al gobierno de Dilma Rousseff.
Atendiendo que las decisiones, por ejemplo, en el Mercosur se adoptan en consenso, la postura paraguaya echa por el suelo la intención de algunos países de la región de apoyar a Rousseff.
De acuerdo a los informes, propiciaron la idea los países del bloque bolivariano: Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, entre otros.
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La Mandataria brasileña soporta una tormenta política, producto de una ola de hechos de corrupción, como el caso Petrobras, que ponen en jaque su continuidad. En la Cámara de Diputados del vecino país está en estudio un pedido de juicio político para su destitución.
Según el viceministro Cabello, la intención es no repetir los tristes recuerdos de junio del 2012, cuando el Paraguay fue suspendido ilegalmente en Mercosur y Unasur por el juicio político que destituyó al entonces presidente Fernando Lugo.
El diplomático paraguayo dijo que se respeta la libre determinación del Gobierno y pueblo brasileños. “Es un país modelo para el mundo en el respeto de sus instituciones. Paraguay no cree –conveniente– que se saque ningún tipo de pronunciamiento ni a favor ni contra de nadie”, declaró Cabello.
“Nuestra posición es muy clara, nosotros somos estrictamente respetuosos de la libre determinación del pueblo brasileño; es un pueblo que respetamos, un Gobierno amigo. No creemos que sea necesaria ninguna declaración que implique tomar partido por una institución u otra. Respetamos absolutamente. No queremos ninguna declaración que esté desequilibrada”, manifestó.
También Loizaga aseguró en Japón que la posición del Paraguay “es el apego irrestricto a la no intervención en los asuntos internos”.
“Golpe a la paraguaya”
Rousseff declaró a mediados del octubre del año pasado que sus adversarios están orquestando “un golpe democrático a la paraguaya”. Luego agregó que “solo que Brasil no es Paraguay, porque aquí tenemos instituciones fuertes”, en referencia a junio del 2012. Luego la Cancillería brasileña (Itamaraty) negó la veracidad de las declaraciones de Rousseff y su mención al Paraguay.