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"Se trata de un trabajo de restauración que busca fundamentalmente redescubrir los colores originales que se fueron dando con la estratigrafía de las capas de pintura puestas con el correr del tiempo", explicó el Arq. Gustavo Glavinich, director de obras del Ministerio de Obras Públicas.
Se restauran -explicó- los elementos deteriorados y se resaltan detalles arquitectónicos en toda su dimensión con iluminación monumental: "Ya no va a ser una pintura homogénea de gris a blanco y sin compromiso, sino abordamos a través de los expertos los colores naturales de esa época".
A su criterio se dará valor al objeto arquitectónico y la restauración es un elemento disparador para que la ciudadanía pueda apreciar mejor sus monumentos. En el caso del Palacio de López, la restauración total rondará unos G. 8.000 millones.
Participan del proyecto la Universidad Nacional de Asunción (Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte) y la Universidad Católica (Facultad de Ciencias y Tecnología). La obra está a cargo del Arq. Sergio Bareiro, el Arq. Carlos Cataldi y profesionales de la Escuela Taller de Bellas Artes.
Ante el brusco y chocante cambio, Glavinich destacó que la presencia de blindex en las aberturas responde a "licencias" que se toman los restauradores con materiales y tecnología contemporánea, pues no hay una receta, sino interpretaciones, cánones y directivas de la Unesco.
Gran parte de lo que tiene el Palacio -afirma- son "infelices" agregados como las persianas retiradas que han sido colocadas en tiempos de Alfredo Stroessner para ubicar allí a los francotiradores desvirtuando la esencia del edificio.
El nuevo look del torreón por ahora es solo una muestra de cómo quedará la sede gubernativa una vez terminada la restauración.
Se restauran -explicó- los elementos deteriorados y se resaltan detalles arquitectónicos en toda su dimensión con iluminación monumental: "Ya no va a ser una pintura homogénea de gris a blanco y sin compromiso, sino abordamos a través de los expertos los colores naturales de esa época".
A su criterio se dará valor al objeto arquitectónico y la restauración es un elemento disparador para que la ciudadanía pueda apreciar mejor sus monumentos. En el caso del Palacio de López, la restauración total rondará unos G. 8.000 millones.
Participan del proyecto la Universidad Nacional de Asunción (Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte) y la Universidad Católica (Facultad de Ciencias y Tecnología). La obra está a cargo del Arq. Sergio Bareiro, el Arq. Carlos Cataldi y profesionales de la Escuela Taller de Bellas Artes.
Ante el brusco y chocante cambio, Glavinich destacó que la presencia de blindex en las aberturas responde a "licencias" que se toman los restauradores con materiales y tecnología contemporánea, pues no hay una receta, sino interpretaciones, cánones y directivas de la Unesco.
Gran parte de lo que tiene el Palacio -afirma- son "infelices" agregados como las persianas retiradas que han sido colocadas en tiempos de Alfredo Stroessner para ubicar allí a los francotiradores desvirtuando la esencia del edificio.
El nuevo look del torreón por ahora es solo una muestra de cómo quedará la sede gubernativa una vez terminada la restauración.