Obispo pide unidad y Franco causa un susto

El obispo de Caacupé, Mons. Claudio Giménez, pidió ayer unidad a todos los políticos, en una misa donde estuvo el presidente Federico Franco. El Jefe de Estado causó un susto en Piribebuy porque en pleno acto salió corriendo del palco para asistir a una mujer que se desvaneció.

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PIRIBEBUY, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Claudio Giménez indicó que “todos tienen problemas, los ministros, los gobernadores y ni qué decir el Presidente”.

Agregó que en esos momentos es importante la unidad fraterna y comunitaria bajo un mismo criterio y responsabilidad. Antes de terminar el oficio religioso, Mons. Giménez entregó sendas carpetas al Presidente, al ministro de Obras Públicas, Salyn Buzarquis, y autoridades locales. Las mismas contenían el proyecto pastoral para la realización de un camino del peregrino, para rehabilitar el “tape tuja”, desde el Km 46 hasta el santuario.

El plan contempla la construcción de camineros y ermitas, además del ensanchamiento de rutas a lo largo del camino, para seguridad de los peregrinos que acuden junto a la Virgen.

En declaraciones a la prensa, el ministro Buzarquis indicó que la viabilidad del proyecto presentado depende de la aprobación del Senado de créditos internacionales.

Desfile en Piribebuy

Luego de su visita a Caacupé, Franco se trasladó hasta la ciudad de Piribebuy para participar del desfile estudiantil, cívico, militar y policial en conmemoración de los 143 años de la batalla de Piribebuy.

En declaraciones exclusivas para ABC, Franco destacó la importancia de recordar estas fechas, donde se revive un poco la historia del país, en un ambiente de gran patriotismo. Manifestó que Piribebuy, al igual que Eusebio Ayala, sitio de la batalla de Acosta Ñu, y Caraguatay, son lugares que nos llaman a una profunda reflexión sobre el compromiso con el patriotismo.

Anciana socorrida

La anciana Teresa Melgarejo (71 años) sufrió una descompensación y se desmayó frente al palco donde se encontraba el Presidente en pleno acto. Franco reaccionó inmediatamente y auxilió a la anciana, a quien levantó en brazos y trasladó a una sombra, y allí fue asistida. Los que más se asustaron fueron los guardias porque no sabían por qué el Mandatario salió corriendo y cruzó la calle.

Finalmente, estuvo en Estanzuela, en la fiesta de la frutilla.

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