En el documento, los pastores de la Iglesia Católica resaltan la fiesta de la Navidad e invitan a poner en el centro de nuestras vidas a Dios hecho hombre.
En la parte referida a la realidad actual, los obispos señalan: “Nos duele y nos indigna la corrupción evidenciada en estos días a partir de los escandalosos hechos de tráfico de influencia que someten al Poder Judicial e impiden que se haga justicia según el Derecho”.
Los pastores consideran que estos hechos denunciados, entre otros, han llevado a la ciudadanía a tomar conciencia de su protagonismo y de su poder para cambiar la situación a través de su participación activa en el espacio político y cívico, sobre todo por medio del voto, libre, responsable y digno. “Una nueva ciudadanía está naciendo, y augura la esperanza en un futuro mejor para nuestra Patria”, afirman.
En otra parte, invitan a recordar a las familias incompletas, fracturadas o disgregadas por las migraciones, por la violencia, por las agresiones de adentro y de afuera. “Les acompañamos con nuestra solidaridad y con nuestra cercanía. recordamos de manera especial a los secuestrados y a sus familias. Imploramos por la pronta liberación de estos hermanos, para que puedan retornar a sus hogares y compartir la Navidad con sus seres queridos”, señalan en otra parte.
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Asimismo, dicen que asumen el desafío de revisar la Iglesia y como sociedad para responder mejor al clamor del pueblo. En ese sentido aseguran que siguen en la opción preferencial por los jóvenes, traducida en el trienio de la juventud que compromete a valorar la vida y la familia, a cuidar de los más vulnerables; sobre todo de niños y mujeres.
En otra parte, piden para el pueblo mayor seguridad, educación, salud, tierra, trabajo, techo digno y acceso a una justicia independiente.
En el mensaje, recordaron también la visita ad limina a la Santa Sede que realizaron la primera semana de noviembre. Al respecto, sostienen que en ese encuentro han sido confirmados en la fe por el Papa. En efecto, esa visita ayudó a volver con un espíritu armonioso y regocijado al país, “sobre todo porque el Santo Padre nos demostró, una vez más, que ama al Paraguay. Compartimos muchas cosas con él: nuestro deseo de fortalecer el trabajo pastoral en Paraguay, priorizando a los más necesitados y alejados”.
Finalmente, recuerdan que el Papa les pidió cuidar la devoción a la Virgen de Caacupé, cuya figura en mosaico está para siempre entronizada en los Jardines del Vaticano.