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Mientras René Fernández estaba recusado por Óscar González Daher ante la Sala Penal de la Corte, tuvo lugar la “jugada” que consistió en presentar a una abogada con la que tiene afinidad.
Esto sucedió cuando fue citado a declarar en indagatoria el funcionario de la Cámara de Senadores, Pedro Martínez Silva, accionista de la empresa Príncipe Di Savoia –quien sería en realidad testaferro del exlegislador– y éste se presentó con Noris Pedrozo, cuñada de Fernández, debido a que es la hermana de su esposa.
Luego de que la Corte rechazara la recusación, el expediente llegó de nuevo al despacho del fiscal con la maniobra concretada.
El agente explicó que tuvo que inhibirse porque se encuadra en el “segundo grado de afinidad” y la ley le prohibe intervenir de esta forma. Señaló que las causales previstas son por cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
Lo que quedó en evidencia es que la abogada Pedrozo fue contratada para ese apartamiento, debido a que casi no interviene en causas penales.
Una vez que esa actuación se concretó, ya no importó el rechazo de la recusación de la Sala Penal, que tuvo lugar el 6 de noviembre pasado.
La investigación queda a cargo ahora de la fiscala Liliana Alcaraz, quien realiza las diligencias desde hace ya un tiempo.
La imputación y el pedido de prisión, sin embargo fue pedido de René Fernández, quien encontró indicios contra González Daher y su hijo Óscar Rubén González Chaves, por movimientos de unos G. 8 billones, en cinco años. El agente, a su vez, afronta una denuncia penal del exsenador.