Durante la misa celebrada en la casa del uniformado secuestrado hace 1.041 días, el sacerdote de Arroyito José Zavala dijo que no existe voluntad para dar con el grupo terrorista (autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo) y pidió a la familia unidad.
Don Apolonio Morínigo, padre del agente secuestrado el 5 de julio de 2014 cuando estaba de cacería en una estancia de la zona de Arroyo de Oro, departamento de Concepción, manifestó su pensamiento de la posibilidad de que el Gobierno nacional pueda llegar a un diálogo con los líderes del EPP que están recluidos. “Como padre de familia le pido al Gobierno que piense más en esta situación, cinco o seis epepistas están en la cárcel y cuánta gente civil ya ha muerto, gente trabajadora, personas humildes”, explicó. “Cuántos uniformados ya han muerto en esta situación. Entonces: ¿Está bien que mezquinemos a cinco o seis (epepistas) y vayan muriendo más personas? Concretamente planteo al gobierno que busque una solución al tema EPP, que puedan conversar con los que están presos y buscar una solución”, reclamó.
No hay interés, dicen
Durante su homilía el sacerdote José Zavala indicó que no hay interés en acabar con todo esto (EPP), no hay voluntad y no se tiene deseo. “Sabemos que en Paraguay existe materia prima, existe fuerza, hay tecnología y plata para que personas que asesinan y secuestran sean atrapadas y de esa manera que acabe el mal que hacen. Sin embargo, hasta ahora nada pasa, más muertes, más secuestros, más llanto, más luto, pero respuestas positivas, soluciones hasta hoy no existen, podemos sacar la conclusión que no hay voluntad”, aseguró.
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En otro momento pidió a los uniformados que trabajen más para dar respuestas a la ciudadanía y se preguntó hasta cuándo van a seguir los secuestros y las muertes. “Siempre que existe un hecho de violencia se hacen movimientos grandes y pocos días después todo se vuelve normal. Me pregunto si hay complicidad para que se sigan dando los desembolsos”, señaló.
Antes de que concluya la celebración religiosa el sacerdote pidió a los padres de Edelio y a su esposa Elisa Ledesma para que estén unidos como familia.
Momentos de mucha emoción se vivieron cuando se abrazaron y después de finalizar la misa doña Obdulia Florenciano tomó la foto de su hijo que estaba frente al altar y empezó a llorar y a suplicar por su libertad.
