Paraguay y Uruguay no pueden seguir atados a Brasil y Argentina

Paraguay y Uruguay no pueden seguir atados por razones geopolíticas a Brasil y Argentina si pretenden afirmar su desarrollo, sostiene el político uruguayo Luis Lacalle Pou, quien aboga por la flexibilización del tratado Mercosur. En esta entrevista, el hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera y bisnieto de Luis Alberto de Herrera, sale en defensa del Paraguay como lo hicieron con convicción sus ancestros.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/QVTW7INFMJHGDHGYYZJXRNO3RY.jpg

Cargando...

–Igual que su padre y su abuelo Luis Alberto de Herrera, metido a full en la política.

–Luis Alberto de Herrera fue mi bisabuelo.

–Nosotros lo conocemos por una calle, una de las más transitadas de Asunción.

–Fue abuelo de mi padre (el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, 1990-95). Mi bisabuelo nació en 1873 y murió en 1959. Yo nací 100 años después de que él nació. Fue un hombre muy polifacético y muy leal a su pensamiento, a sus convicciones.

–¿Qué hizo por Paraguay para que una calle céntrica lleve su nombre?

–Para empezar, impulsó un revisionismo histórico en contra de la Triple Alianza y vino a pelear en la Guerra del Chaco. Andaba con una pistola 45 al cinto, un bastón y un sombrero. Tenía 60 años. Se quedó hasta que le dijeron que vuelva (a Uruguay) porque estaba complicando las cosas. Había más gente para cuidarlo que para pelear (ironiza). Fue muy querido, dicen (fue condecorado con el grado de general del Paraguay). Murió en el 59. Fue un caudillo por espacio de más de 50 años, una figura política del siglo pasado.

–Él fundó el Partido Nacional (Blanco)?

–No, en la fundación estuvo su padre, en 1836. El partido cumplió 180 años en el 2016. –¿Cuántos son los hijos del expresidente Lacalle?

–Somos tres. Tengo una hermana mayor. Yo soy el del medio.

–¿Desde cuándo en la política?

–Ya fui diputado a los 26 años. Tengo 43. Empecé a militar fuerte en el año 96. Me recibí de abogado en el 97 y en el 99 salí electo diputado. Fui electo tres veces. Fui presidente de la cámara en el 2011 y llegué a candidato a Presidente en el 2014. Perdí la segunda vuelta con el actual presidente Tabaré Vázquez.

–Se habrá hecho la autocrítica. ¿Por qué cree que perdió?

–Yo creo que la gente no se equivoca. Puede recibir de repente percepciones equivocadas pero está en su leal saber y entender cuando se decide. ¿Por qué perdimos? Porque la gente no entendió que había que cambiar. Lamentablemente pensó que estaba bien (el continuismo de un gobierno de izquierda). El gobierno de mi país (el de José “Pepe” Mujica) dijo que estaba todo bien. Le mintió a la gente. Dijo que la economía estaba bien y estaba mal. Yo lo advertí públicamente. La gente no nos creyó o no quiso escucharnos y votó al Frente Amplio (el partido en el poder). Ganaron las elecciones y enseguida, antes de asumir Tabaré Vázquez ya se aplicó un ajuste fiscal de 500 millones de dólares a través de un ajuste tarifario. Hoy tenemos 4% de déficit, después de 12 años de bonanza económica, única en la historia del país. Eso lo van a pagar los hijos, los nietos de los que vivimos hoy en el Uruguay. Dilapidaron una fortuna.

–No le hicieron caso.

–El discurso es una forma de llegar, de convencer y de transmitir, pero no de hacer. El único que construye con el pico es el pájaro, el hornero. Yo fui a la realidad.

–¿Acaso el presidente (José) Mujica no fue muy popular, tanto en su país como afuera? Solamente en Paraguay se lo recuerda con un poco de amargura.

–Yo trato de no hablar mal de mis presidentes cuando estoy fuera del país, pero está claro que a mí no me ha representado en ningún sentido el señor Mujica. En mi país, después de 11 años de bonanza económica, un ejemplo único en la historia nacional, hay más gente viviendo en asentamientos precarios en condiciones infrahumanas que antes de la crisis de 2002. En cuanto a que ustedes lo recuerdan con amargura, nosotros lo recordamos con vergüenza.

–“Lo político prima sobre lo jurídico”, dijo para justificar la suspensión de Paraguay del Mercosur y meter a Venezuela por la ventana.

–La suspensión de Paraguay fue una estrategia baja para que ingrese Venezuela. El Gobierno uruguayo que apoyó eso, el de Pepe Mujica, a mí no me representa y tampoco lo respaldo. Es más, mi partido Nacional estuvo en el lugar que tenía que estar, del lado de la institucionalidad y del respeto a las decisiones de cada nación, el respeto al Paraguay. –El primero que defendió la posición paraguaya desde afuera fue su padre (el expresidente Lacalle).

–Lo hizo porque él y todos nosotros estábamos convencidos. En ese episodio fue mi partido el primero que trabó relaciones con la gente que quería salir de Paraguay a contar la situación: políticos, gremialistas, industriales, comerciantes. Los socios del Mercosur le hicieron una jugada tramposa. Quisieron encerrar al Paraguay y allí nosotros estuvimos en el lugar en donde teníamos que estar, así como estuvimos hace muchos, muchos años con la Triple Alianza. Siempre vamos a estar al lado de la institucionalidad.

–¿Qué sacó Uruguay de esa fuerte relación de Mujica con Venezuela, ahora Tabaré Vázquez?

–A mí no me cabe duda que de no haber existido Chávez, Lula, Kirchner y Tabaré Vázquez en el inicio; después Maduro, Cristina Fernández, Dilma y Mujica, Venezuela no estaba en el Mercosur.

–¿Asunto sentimental solo o intereses personales, crematísticos? –No es necesario repetirlo. En Venezuela, los derechos individuales no se respetan. Es más, están fuertemente violentados. Nosotros pedimos al Parlamento uruguayo que se investiguen los negocios con Venezuela. El Frente Amplio se negó lamentablemente.

–¿Usted cree que hay negocios subterráneos? –Por lo menos si no son de ellos, son cercanos a ellos. No nos cabe la menor duda. Por eso pedimos investigar.

–Por ejemplo.

–Nosotros pedimos por ejemplo investigar la presencia de una empresa, “Aire Fresco”, que por un convenio entre los dos gobiernos participaba de intermediario en todos los negocios. “Aire Fresco” es de militantes cercanos al presidente Mujica. Está comprobado, se sabe quiénes son los dueños. Está comprobado quiénes son los que viajaban 80 veces por año a Venezuela y no se quiso investigar. Allí hay negocios de leche, informática, vivienda, alimentos. Estoy convencido de que hay compromisos partidarios y personales que imposibilitan al Gobierno ser más contundentes con el Gobierno de Venezuela. No tengo sospechas. Estoy convencido.

–Si fuera presidente, ¿cuál sería su prioridad con Paraguay?

–Vine esta semana a Asunción invitado para dar una conferencia en la Academia Diplomática. Tuve oportunidad de reunirme con el Presidente de la República, con el presidente de la Cámara de Diputados y con el canciller. Hablamos bastante de la realidad política nacional y sobre todo la visión internacional del Paraguay con la cual puedo concluir que tenemos muchísimas sinergias y, quizás el términos más importantes, el de complementariedad. Paraguay produce cada vez más y Uruguay tiene vocación de ser la salida al mar de Paraguay. Ahí tenemos la complementariedad exacta. Por eso, el dragado de los ríos, el balizamiento, el trabajo sobre algunos recodos, la política portuaria, la logística, ahí está la cadena más importante que tenemos con el Paraguay. Uruguay tiene la oportunidad de seguir desarrollando terminales portuarias. Tenemos algunas con capacidad ociosa, otras que están para desarrollarse. Mi cabeza está mucho más puesta en facilitar que complicar.

–¿Qué hacer para que funcione ya?

–Yo buscaría el financiamiento internacional para las obras que hay que hacer y buscaría la posibilidad de que Paraguay tenga su lugar en nuestro puerto para hacer su trasbordo a alta mar. Para mí, Uruguay no tiene otro destino que ese. Entonces, hay que ponerlo en el orden de prioridades y ejecutar.

–Y ¿el Mercosur?

–Lo único seguro en este mundo es la incertidumbre. Ya vimos lo que pasó en Estados Unidos. Vemos lo que está pasando con China. En el barrio tenemos temas todavía complejos, por decir, y eso amerita que las naciones estén libres de equipaje.

–¿Qué quiere decir? 

–Que estén preparadas para adecuarse al comercio exterior y a las nuevas relaciones internacionales.

–¿Cambiar el equipaje por una mochila? 

–Exactamente, por una mochila liviana, porque las estructuras internacionales son cada vez más flexibles y tienen muchas ventanas. Desde Uruguay venimos insistiendo en flexibilizar la decisión 32 del 2000 de Mercosur, que es la que no permite que los estados miembros se relacionen bilateralmente con estados que no participan del Mercosur.

–Estamos atados.

–Es fundamental la flexibilización. Por otro lado, hay que poner una pausa, estudiar bien si el fin primario del Mercosur de unión aduanera, una zona de libre comercio, en la realidad se aplica o hay muchas profanaciones, y después, prácticas burocráticas que trancan el comercio. Le decía que lo único seguro en este mundo es la incertidumbre. La capacidad de movimiento rápido y libre de una nación va a determinar su prosperidad. No podemos estar atados al barrio por la sola razón de la geopolítica, que es importantísimo, que es de donde tenemos que partir para relacionarnos, pero el mundo hoy comercia distinto, y Uruguay tiene esa vocación y estoy seguro que Paraguay también.

holazar@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...