CIUDAD DEL ESTE (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). En el marco del proceso que se lleva adelante por pintarse palabras de protesta en la sede del Ministerio Público, el magistrado Marecos decidió que Cubas permanezca en la cárcel, mientras que para el concejal Celso “Kelembu” Miranda y el abogado Jorge Brítez determinó arresto domiciliario.
El juez consideró que existen motivos para dictar la prisión preventiva de Cubas, como que podría intentar obstruir el proceso, ya que “mostró actitud de no someterse a los mandatos de la Justicia y no solo hizo caso omiso al llamado para que se presentara en el juzgado, sino que en ese lapso incurrió en conducta delictuosa cuando fue a manifestarse en Caaguazú”, específicamente en Juan Eulogio Estigarribia. Ahí el abogado fue detenido tras protestar con campesinos.
El magistrado también refirió que aunque el daño por el cual se abrió el proceso judicial, pintar grafitis, no es grave, el mensaje que Cubas deja sobre la forma y los medios utilizados para protestar pueden ser considerados graves.
Este juez de garantías dispuso prisión preventiva para Cubas, quien ya estaba ayer recluido en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este, y arresto domiciliario para el abogado Jorge Brítez y el concejal municipal Celso “Kelembu” Miranda (independiente). Para apoyarles, ayer una comitiva de dirigentes liberales los acompañó al Tribunal Penal: eran el presidente del PLRA Efraín Alegre y los diputados Óscar González, Luis Alberto Wagner, Amado Florentín, Nito Bogado, Enrique Salyn Buzarquis y otros políticos.
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Los encausados están imputados por coacción y daño a la cosa pública. El jueves de la semana pasada hicieron grafitis en las paredes del Ministerio Público, llamando “bandida” a la fiscala Cinthia Leiva y “ladrón” al fiscal Alfredo Ramos Manzur, acusándolos de ser cómplices del clan Zacarías.
En el marco de este proceso, luego de ser detenidos, la jueza Alba Meza les había concedido a los tres medidas alternativas a la prisión, disponiendo que debían presentarse a manifestar su acuerdo con las medidas en el plazo de 72 horas. Ellos no lo hicieron y por ello el juez Amílcar Marecos los declaró en rebeldía y ordenó su captura. Cubas y Brítez se presentaron ante la Policía anteayer y Celso Miranda lo hizo ayer en el Tribunal Penal.
En la audiencia para ser oído y de imposición de medidas, Cubas se sacó su cinturón y agredió con él al juez Marecos, a quien también arrojó botellas de agua. Una vez culminado el procedimiento, el abogado defecó en la oficina del magistrado y luego recorrió los pasillos del Tribunal con los pantalones por debajo de las rodillas, reclamando que le devolvieran el cinto.
El juez Marecos expresó que va a comunicar a la Corte Suprema de Justicia y al Consejo de Administración lo ocurrido, pero que no tomará otras medidas, como solicitar un estudio psicológico, porque no cree que lo merezca, ya que pudo haber actuado así porque estaba alterado.