El operativo en el cuartel policial, que a la vez sirve de cárcel, fue practicado por agentes de la División de Investigación de Delitos del departamento Central, también conocida como Brigada Central.
El jefe de la citada unidad, comisario principal Germán Arévalo, explicó que el pedido de allanamiento se hizo después de la confesión del sicario paraguayo Walter Darío Ayala (23), quien fue capturado el sábado último en La Patria, Chaco.
Ayala es un exconvicto que había ingresado a la cárcel de Tacumbú por robo agravado, pero que una vez dentro de prisión fue iniciado como miembro de una célula del grupo criminal brasileño Primer Comando da Capital (PCC), que responde supuestamente al mismo Jarvis Chimenes Pavão.
Ayala abandonó la cárcel hace dos meses y ocho días antes del atentado contra el guardiacárcel fue contactado por su antiguo compañero de celda y otro de los jefes del PCC en prisión, el brasileño Carlos Henrique Silva Cándido Tavares (36), cuya celda fue allanada ayer.
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Carlos Henrique se encuentra preso en la Agrupación Especializada desde el 2 de agosto pasado, cuando fue trasladado desde Tacumbú justamente a raíz del escándalo que desató su supuesto jefe, Jarvis Chimenes Pavão. Fue por el intento de fuga con una bomba que no llegó a estallar en la cárcel, debido a la intervención del guardiacárcel ahora fallecido, y también por el descubrimiento de la celda vip que ocupaba el capo.
El brasileño, cuya celda fue cateada ayer, había liderado una espectacular fuga de la cárcel de Foz de Yguazú, Brasil, y después también comandó un recordado asalto en el que una familia de la ciudad paraguaya de Santa Rita fue mantenida de rehén por más de ocho horas, el 19 de noviembre de 2014, cuando la Policía eliminó a dos de los atracadores.
El “señuelo”
La investigación permitió conocer que el sicario paraguayo Walter Darío Ayala contactó con el guardiacárcel Mario Lezcano Mereles, con quien ya hablaba permanentemente cuando estaba en prisión, aunque esta vez fue supuestamente para ofrecerle la venta de una pistola.
El plan, ideado aparentemente por Carlos Henrique Silva Cándido Tavares pero por orden de Jarvis Chimenes Pavão, contemplaba que cuando el guardiacárcel acudiera al encuentro de Ayala, este tendría que asesinarlo, tal como ocurrió.
El sicario paraguayo ahora también ya preso confesó igualmente que actuó con otros dos pistoleros brasileños, uno de ellos Jonatan Rodrigo Lima, quien quedó herido y resultó después capturado. En el allanamiento de ayer, en la celda de Carlos Henrique, la Policía recuperó el celular con el cual presuntamente este coordinó el ataque y también varias anotaciones con distintos números de teléfono que, de hecho, aparecen en el cruce de llamadas indagado en torno a la pesquisa del doble homicidio.
Para la Policía, el caso está aclarado, con la captura de dos de los tres autores materiales y la identificación de los dos autores morales.
