La comunidad indígena, ubicada a la altura del kilómetro 354 de la ruta Cnel. Rafael Franco, a 55 kilómetros de esa carretera, entre Pozo Colorado y Concepción, departamento de Presidente Hayes, se encuentra aislada hace casi dos meses a raíz de las inundaciones que se registraron por las continuas precipitaciones pluviales registradas en la zona.
La situación se agudizó por la falta de alimentos y brotes de tuberculosis y meningitis. La situación afecta a 175 personas.
Ante la falta de acción del Estado, representantes de Tierraviva y Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), los abogados José Paniagua y Adriana Agüero presentaron un amparo que fue tramitado por el juez penal de garantías de guardia Julián López Aquino.
En su resolución, el magistrado dispone medidas de urgencia al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social para asistencia sanitaria; a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para la provisión de alimentos, y al Instituto Paraguayo del Indígena (INDI) para acompañar y prestar asistencia de acuerdo a las necesidades de la citada comunidad.
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Ayer, desde Codehupy informaron que una brigada de cuatro médicos, un funcionario de la SEN y un helicóptero de las Fuerzas Armadas participan del traslado de víveres y la inspección de la situación sanitaria.
Hasta el lugar también llegaron representantes de la organización indigenista Tierraviva y el secretario ejecutivo de Codehupy, Óscar Ayala Amarilla.
Indicaron además en Codehupy que a pesar de la urgencia de la situación, el INDI demoró la asistencia bajo el pretexto de que la Fuerza Aérea no facilitaba el helicóptero para realizar el operativo. Sin embargo, voceros castrenses desmintieron tal información y aseguraron que no recibieron ninguna notificación al respecto, señalaron.
Líder indígena se queja
El líder de la comunidad, Rosalino Moreira, quien pudo llegar hasta Asunción la semana pasada para exponer la situación ante diversas autoridades nacionales, pero no logró que lo recibieran, había dicho que cuentan con 24.000 hectáreas de tierra, pero que estaban “muriendo en aislamiento”.
Moreira había afirmado que los problemas en su comunidad se estaban agudizando ante la desesperación por la falta de alimentos y el brote de enfermedades que requerían intervención inmediata de autoridades sanitarias.
Sin embargo, las autoridades paraguayas “han puesto todo tipo de excusas para la omisión de auxilio”. Recién después de que el juez diera trámite al amparo las autoridades se movilizaron para auxiliar a esta comunidad indígena, expresó. Tras la publicación periodística, varias personas manifestaron su intención de colaborar con los indígenas.