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Santiago Peña, candidato oficial por Honor Colorado (cartismo), señaló que la condonación de deudas es un error, que solo tendría resultado negativo para los propios campesinos. Sostuvo que eso será así porque las entidades financieras les darían mala calificación crediticia, y, con ello, estarían fuera del sistema financiero.
“Al final recibirán créditos de usureros a precios altísimos”, añadió el exministro de Hacienda. A esta problemática –afirmó– la salida es el refinanciamiento de sus deudas.
En lo que respecta a una solución a largo plazo, el precandidato habló de créditos más blandos, acompañados de asistencia técnica.
Mario Abdo Benítez, líder y candidato a presidente por el movimiento disidente Colorado Añetete, también se mostró en contra de la condonación de las deudas a los campesinos. No obstante, criticó al actual Gobierno por esta situación. Aseguró que el reclamo de los labriegos es el resultado de la desidia gubernamental.
“No me gusta la condonación. Hay que comprometernos a nuevos créditos para que entren en el sistema financiero, buscarles mercados, asistencia técnica”, resaltó.
A modo de ejemplo, aseguró que un combate fuerte al contrabando de azúcar hará que prácticamente se necesite una nueva fábrica para procesar este producto. Ello sería una buena noticia para labriegos que cultivarían caña de azúcar.
Carlos Mateo Balmelli, candidato a presidente por el movimiento Unidad Liberal Ciudadana del PLRA, afirmó que la condonación es ir por el camino de la equivocación.
Propuso, como plan de gobierno, en caso de ganar las elecciones generales de 2018, fortalecer la agricultura familiar campesina y otorgar créditos blandos, pues con el sistema actual se logró que la pobreza crezca, puntualizó.
Dijo que todas las instituciones del Estado, como la Secretaría de Acción Social, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, el Crédito Agrícola de Habilitación, entre otras, deben efectivamente funcionar para poder responder a las necesidades de los más carenciados.