Recibieron parroquia Espíritu Santo con solo 54.000 guaraníes en caja

En la caja de la parroquia Espíritu Santo de Ciudad del Este había apenas G. 54.000 cuando la actual administración tomó el control. Lo informó el párroco actual, Darío Britos, quien confirma gravísimas irregularidades en la administración de Kevin Lieberman. Auditores hallaron facturas clonadas e inventadas para cubrir desvíos.

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En enero de 2015 fue nombrado como nuevo párroco de la parroquia Espíritu Santo el padre Darío Britos, en reemplazo del sacerdote Kevin Lieberman. Este lunes, Britos confirmó que al asumir el cargo encontró solamente G. 54.000 en caja y deudas por doquier.

EN360 accedió a documentos que prueban gravísimas irregularidades en la administración de los recursos de la parroquia entre 2013 y 2015, cuando se encontraba a cargo del párroco Kevin Lieberman y siendo la contadora, Julia Riveros.

El padre Darío Britos confirmó que la auditoría se hizo por decisión de la nueva administración de la parroquia después de haberse percatado que, además de tener unos pocos guaraníes a disposición, había “heredado” millonarias deudas. Las innumerables irregularidades no se denunciaron ante la Justicia porque decidieron “pacificar” los ánimos entre la feligresía, ya que existían personas molestas por la salida del párroco Kevin Lieberman, según el cura.

Solamente con el centro educativo San Esteban, señaló Britos, tenían un compromiso de US$ 330.000. Domus SA, de Juan Bosch, había prestado a la parroquia 250.000 dólares supuestamente para introducir mejoras. Lieberman firmó pagarés por 20 años para la devolución del dinero. Luego Domus transfirió la deuda al colegio San Esteban, de la hermana de Bosch, Mónica. Así, la institución educativa privada funcionaba gratuitamente en sede de la iglesia, donde “a simple vista no se percibe que se haya invertido” el dinero prestado, había dicho Britos.

El trabajo de auditoría que desnudó las irregularidades fue realizado por Auditores y Contadores de Servicios Impositivos y Asociados (ACSI) y culminó en mayo de 2016. Según el análisis, en el año 2014, la declaración jurada habla de egresos por G. 117.994.630, mientras el balance general habla de G. 634.379.148, o sea, hay una diferencia de G. 516.384.518. En el 2015 se repitió la situación, declarándose egresos por G. 198.744.413, cuando el balance general menciona G. 427.482.482, con una diferencia de G. 228.738.069.

En los ingresos también hubo diferencias importantes: En 2014, la declaración jurada habla de ingresos por G. 66.122.250, mientras el balance señala que entraron 844.834.473 guaraníes, existiendo una abismal diferencia de G. 778.662.223 no declarados. En 2015, la declaración jurada habla de G. 467.396.690, cuando el balance general habla de G. 559.287.240, habiendo una diferencia de 85.890.550 guaraníes.

Además, los auditores encontraron facturas supuestamente falsas, emitidas por compras que no se realizaron y que se habrían usado para justificar desvíos. Por ejemplo a nombre de Depósito San Rafael hay una de G. 179.310.000, emitida el 20 de junio de 2014, aunque el responsable de la empresa indicó que nunca vendió nada a la parroquia.

Otra está a nombre de Electricidad RMS SRL. El documento es del 28 de diciembre de 2015, por G. 63.085.410, pero el dueño dijo que no realizó ninguna venta a la parroquia. En total, los auditores encontraron facturas clonadas por G. 1.071.947.410, según el informe.

De este total, egresos por G. 820.552.000 están justificados en facturas supuestamente impresas en la gráfica Máxima Impresiones, de Alcibiades Ruiz Velázquez, quien aclaró que “en ningún momento se procedió a la impresión de los comprobantes”.

Encontraron que en el año 2015, en el balance de julio a diciembre, solo figuran 90.500.000 guaraníes como recibidos por la parroquia en concepto de alquiler por el usufructo de sus instalaciones por parte del colegio Centro Educativo San Esteban, mientras en los recibos de dinero se contabilizaron 138 millones de guaraníes, existiendo una diferencia de 47.500.000 guaraníes a favor de la iglesia.

La auditoría encontró que entre 2013 y 2015 la parroquia pagó 72.552.522 guaraníes en facturas que no estaban emitidas a su nombre, incluyendo, en el periodo 2014, una de Mapfre Seguros por G. 3.187.993 a nombre del padre Lieberman. 

También auditores detectaron que en los ingresos de 2013, 2014 y 2015, falta correlatividad de las facturas legales y recibos confeccionados por la parroquia.

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