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El abdismo busca mantener la misma alianza con los sectores que ungieron como presidente de Diputados al exgobernador de Paraguarí, Miguel Cuevas, actualmente investigado por presunto enriquecimiento ilícito y lesión de confianza. La alianza estaba integrada por abdistas, efrainístas y por diputados de Cruzada Nacional y Hagamos.
El pacto posicionó como presidente de la Comisión Permanente a Antonio Buzarquis (PLRA), quien fue respaldado por Añetete.
Fuentes legislativas aseguran que Samaniego es quien maneja administrativa y políticamente la cámara. Logró que su hombre de confianza, Arcadio Cabrera, maneje las finanzas de la institución.
Samaniego está en el ojo de la tormenta luego de que Hacienda develara que unos 2.123 funcionarios recibieron de forma ilegal aumentos salariales desde el Congreso gracias a padrinazgos políticos. La grosera modificación del Presupuesto 2019 en el rubro de anexo de personal se realizó durante el estudio del presupuesto, cuando el diputado colorado presidía la Comisión Bicameral.
Samaniego cuenta con extensos antecedentes. Siendo funcionario de Aduanas fue investigado e imputado por supuesto enriquecimiento ilícito en noviembre del 2002. Óscar Latorre Cañete, entonces fiscal general del Estado, creó una “unidad especial”, con varios fiscales, para atender los casos de los aduaneros imputados, entre ellos el de Samaniego.
La fiscala Teresa Flecha, integrante de la “unidad” creada por Latorre, solicitó al juez Marcos Köhn el sobreseimiento de Samaniego. Como exintendente de Asunción, dejó una deuda de 32 millones de dólares a la administración de Mario Ferreiro.