Sancionado por NN.UU. es jefe del gabinete militar

La Secretaría General de las Naciones Unidas (NN.UU.) por nota del 30 de marzo del 2011 informaba a la Misión Permanente del Paraguay, con sede en Nueva York, de una acusación contra el entonces TCnel. Sotelo de una indisciplina cometida durante una misión de paz en la República Democrática del Congo y que, en consecuencia, el oficial fue rotado como sanción el 16 de noviembre del 2010.

Pero esa rotación fue una repatriación al país de Sotelo, según nota del 31 de agosto del 2012 de la Misión Permanente de Paraguay ante NN.UU.

Un documento confidencial de NN.UU. refiere que Sotelo no cumplió “con los estándares de conducta esperados” de un observador militar de las NN.UU. Agrega que el oficial viajó fuera de su área de misión sin la debida autorización y que además se lo encontró, con otro militar, en un bar, intoxicado y haberse producido daños físicos.

Ante requerimientos reiterados de NN.UU. al Gobierno paraguayo sobre las medidas que tomó respecto a Sotelo, por nota del 14 de mayo del 2013 –poco más de dos años de ocurridos los hechos– la Misión Permanente de Paraguay informa que las FF.AA. resolvió (ver facsímil) registrar en el legajo de Sotelo la indisciplina, no enviarlo más en misiones de paz de NN.UU. y que su falta “será tenida en cuenta para prevenir su designación en cargos importantes en las FF.AA.”.

Sin embargo, el ahora general de Brigada Sotelo asumió la semana pasada la jefatura del gabinete militar de la Presidencia.

El oficial, consultado ayer, reconoció que cometió una indisciplina grave, pero enfatizó que cumplió su misión y no fue repatriado antes de tiempo. Como prueba exhibió un certificado de Naciones Unidas.

Sotelo explicó que con un militar uruguayo, en una camioneta de NN.UU., cruzaron la frontera del Congo para hacer compras de alimentos en la ciudad de Bujumbura, Burundi, y que no pudieron retornar porque se había cerrado la frontera. Reconoce que estaba tomando cerveza en un bar al lado del hotel donde se hospedaron, pero que no estaba ebrio y que la policía militar, al ver que bebía, “puso lo que quiso en su informe”.