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A más de esto, se tiene que sumar el vale de combustible que asciende a G. 5.000.000 mensuales, con lo que el ingreso total suma G. 37.774.840 para cada parlamentario. También se les proveen vehículo y jugoso viático. Para este 2012, el presupuesto de la institución asciende a 123.000 millones. Tienen solo dos obligaciones: una, integrar las comisiones en las que se analizan los proyectos de ley; y participar de las sesiones previstas para cada jueves. El periodo de sesiones va de marzo a diciembre, lo que significa que gozan de tres meses de vacaciones.
Sin embargo, no cumplen ni mínimamente con su trabajo. A las reuniones de comisiones, que se convocan los lunes, martes y miércoles, acuden contados legisladores; mientras las sesiones casi siempre se inician con número justo, y casi nunca se agotan los temas previstos, porque a mitad de reunión van abandonando la sala y la sesión se levanta por falta de quórum.
El pasado jueves no fue una excepción. Con el agravante de que esta vez un total de 10 proyectos de ley tuvieron sanción automática; ni siquiera fueron considerados. Pasan al Poder Ejecutivo para su promulgación. Uno de los proyectos sancionados está relacionado al sistema de jubilaciones y pensiones del sector público. Establece que para la jubilación de los docentes universitarios se tendrán en cuenta los años aportados desde otros cargos ejercidos en la función pública, antes de dedicarse a la enseñanza terciaria.