La reacción de la entidad se produjo ante la insistencia de Mario Abdo Benítez en anunciar que, si accede al mando del Gobierno, reimpulsará el SMO “no para la guerra sino para que la juventud aprenda los valores cívicos”.
Argumentó también que los cuarteles ayudarán a las madres solteras a manejar a sus hijos rebeldes y a los jóvenes que caen en la delincuencia y la drogadicción.
El Serpaj puntualiza que, en vez de cuarteles de las FF.AA., los jóvenes requieren de “acceso a la salud pública, empleos dignos y mayor cobertura en políticas públicas que den respuestas efectivas y reales ante el aumento de la criminalidad y la adicción”. Agrega que la delincuencia y la adicción “no es un problema del joven, sino la histórica ausencia estatal en dar respuestas de manera integral a la juventud paraguaya”.
La ONG recuerda al citado candidato presidencial colorado que el Estado “solo invierte 3,7% del PIB en educación”, que “solo 6 de cada 10 jóvenes terminan la secundaria, el 2% accede a la educación terciaria, 4 de cada 10 jóvenes de hogares vulnerables de clase media no tienen empleo, el 72% de los jóvenes trabajan de manera informal y más de 200.000 ni estudian ni trabajan”.
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Finalmente, el Serpaj expresa que el SMO es un mecanismo institucional del Estado que transmite y fomenta la violencia y el machismo que desde 1989 causó la muerte de 147 niños-soldados y que pondrá en peligro el sustento económico de muchas familias empobrecidas al robarle el Estado “un año de sus vidas” con el SMO, ya que los jóvenes contribuyen al sustento familiar.
No fue la primera vez que Abdo Benítez hizo referencia en su discurso proselitista al SMO como salida a la falta de trabajo de los jóvenes o como solución a la situación de inseguridad en el país.
La propuesta motivó una fuerte reacción en las redes sociales y el candidato colorado, en un breve vídeo sostuvo que es víctima de una “campaña sucia”, aunque sin aclarar lo que quiso decir y en qué aspecto fue tergiversado.