“Y son personas que han ingresado a dedo al inicio de la administración de Mateo Balmelli. El 16 de agosto (al día siguiente de la asunción de Fernando Lugo en el 2008) ya estaba nombrando a varias de estas personas y al mismo tiempo estaba sacando a más de 300 empleados de la Itaipú exclusivamente por ser colorados”, dijo Spalding. Fue al ser consultado por la prensa sobre el cese de contrato de los diputados liberales, que habían solicitado permiso en sus cargos en la Itaipú para candidatarse en las elecciones generales de 2013.
Alvarenga y Acosta consideran que su desvinculación de la central hidroeléctrica se produce ahora por su posición contraria a la enmienda constitucional que está promoviendo el cartismo para intentar la reelección en el 2018.
Spalding aseguró que no existe ninguna razón política en la destitución de los parlamentarios liberales, sino que resolvieron terminar con los “contratos suspendidos”, es decir, cuyos titulares estaban con permiso temporal, para dar los cargos a las personas que van entrando a la Itaipú por concurso de méritos.
El director paraguayo de la binacional destacó que se pagó la indemnización a los diputados y a una concejal conforme al Código Laboral. Dijo que Alvarenga inclusive fue a agradecer y retiró su cheque. Según los datos proveídos en la usina, Alvarenga recibió G. 226.167.345 y Acosta G. 227.700.607 en concepto de indemnización.
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¿Y los demás?
Los ingresos “a dedo” en Itaipú no terminaron tampoco con la administración de Spalding. Uno de los casos recientes fue el nombramiento como asesor de seguridad del comisario (SR) Humberto Núñez, hermano del senador colorado Carlos Núñez. Esta designación se dio en las negociaciones con el parlamentario para su pase al cartismo. Arturo Giménez, exviceministro de la Juventud es otro político designado en la binacional en setiembre del 2013, a poco del inicio del actual gobierno.
También están María Teresa Peralta, apoderada legal del Partido Colorado, Aníbal Saucedo Rodas, J. J. Vázquez, entre otros. Los cargos con sueldos más jugosos de las binacionales siguen siendo un botín para los gobiernos de turno.