Uno de los trascendentales videos fue obtenido de una cámara de seguridad instalada en la parte trasera del edificio de ABC Color, sobre la calle Iturbe entre Herrera y Fulgencio R. Moreno, dos cuadras antes de la sede del PLRA, ubicada en Iturbe entre Manuel Domínguez y Teniente Fariña, siempre en el centro de Asunción.
En la secuencia, correspondiente a los primeros minutos del sábado 1 de abril, se observa a una decena de policías, encabezados por el comisario principal Amado Cantero, jefe de la comisaría 3ª Metropolitana, avanzando sobre Iturbe en persecución de un grupo de jóvenes.
Cantero y su equipo habían acudido en respuesta a un pedido de auxilio desde el diario ABC Color, cuya entrada sobre la calle Yegros fue destruida a balazos por un escuadrón de la Agrupación Montada de la Policía que perseguía a otro contingente de manifestantes, entre los cuales había vándalos infiltrados.
En principio se creyó que el equipo dirigido por Cantero fue el que inició el asalto en el PLRA, pero la cámara de ABC Color grabó casi inmediatamente después a la patrullera Isuzu D-Max blanca de la Policía, con identificación M-071, en rauda marcha también sobre la calle Iturbe, a contramano, en la misma dirección a la sede de los azules.
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En dicha camioneta, aparentemente, estaban el suboficial ayudante Gustavo Florentín, el único imputado hasta ahora por la muerte de Rodrigo, así como los demás elementos de Antidisturbios que fueron grabados cuando empezaron a disparar con sus escopetas contra el edificio de los liberales.
En la carrocería de la camioneta que pasó por detrás de ABC Color, por ejemplo, se distingue claramente al policía con casco blanco que fue filmado menos de dos minutos después dentro del PLRA, entrando al pasillo, justo después de que el joven dirigente liberal acusara el balazo que acabó con su vida.
De hecho, la defensa de Florentín intenta alegar que el citado policía con casco blanco, que sería el suboficial segundo Arnaldo Andrés Báez, fue el que en realidad disparó a Rodrigo con una escopeta cargada con cartuchos con balines de metal.
La cámara de ABC Color, igualmente, grabó al comisario principal Amado Cantero regresar sobre la misma calle Iturbe, hacia Herrera, después de que la camioneta blanca pasara por la zona rumbo al PLRA.
El uniformado explicó que él y su grupo solo llegaron hasta la esquina de Fulgencio R. Moreno y que nunca avanzaron las otras dos cuadras hacia el PLRA, ya que el operativo había quedado a cargo de los cascos azules que los sobrepasaron en la camioneta blanca.
La patrullera M-071 bajó a los cascos azules en Iturbe y Manuel Domínguez, en la esquina del PLRA, de donde alzaron a la carrocería del mismo vehículo a un suboficial herido en la cara.
¿Una coincidencia?
La extraordinaria coincidencia que argumenta el Gobierno con relación al ataque simultáneo de la Policía al local del PLRA, queda completamente desbaratada simplemente al analizar los otros videos de las cámaras de ABC TV y del circuito cerrado del propio local partidario.
En todas las cintas, de todos los ángulos, se ve que los cascos azules que llegaron en la patrullera demoraron solo 49 segundos en matar a Rodrigo y en entrar al pasillo del directorio.
Lo raro es que solo 45 segundos después de que Rodrigo fuera baleado también llegaron al lugar las otras tres camionetas Isuzu D-Max blancas sin logo del departamento de Investigación de Delitos, con el comisario principal Tomás Paredes Palma a la cabeza.
Estos vehículos ingresaron a Iturbe por Teniente Fariña, al otro lado de donde quedó el vehículo de los cascos azules, con lo que la Policía también evitó posibles fugas por ambos flancos.
Aunque es cierto que estos agentes de civil no participaron directamente del crimen de Rodrigo, ya que atropellaron otra dependencia del local del PLRA, resulta muy difícil creer que la extraordinaria precisión con la que actuaron fuera una casualidad.
El PLRA sostiene que esta fue una operación clandestina previamente planeada.
