Tres caseros de la quinta de Ibáñez figuran con sueldos en Diputados

Vecinos del diputado colorado José María Ibáñez confirman que el parlamentario mintió y que tres “asistentes” suyos, asalariados en el Congreso, en realidad viven y mantienen limpia su lujosa quinta en Areguá. El legislador ya opera para presentar “papeles de asistencia” aunque los peones no salgan “ni a la despensa” en la zona.

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En la zona donde el diputado posee su lujosa mansión de veraneo en Areguá, los vecinos reconocen por nombre y apellido a los caseros de la residencia. Estos a su vez figuran como funcionarios de la Cámara Baja e Ibáñez confirmó que efectivamente son sus cupos en cargos de “asistentes” dentro del Congreso.

Se prueba así que el parlamentario mintió a la ciudadanía al afirmar que estas personas prestan servicios profesionales en su despacho como servidores públicos.

Se trata de Favio Ernán Gómez Chamorro, Ever Isaac Falcón Valenzuela y Viviana Patricia Falcón Valenzuela. Todos ellos figuran como “contratados” en Diputados con un salario de G. 2.500.000.

Solo uno de ellos, Gómez Chamorro, llegó a ser interceptado por un equipo de ABC Color y con ropas de trabajo campestre confirmó ser empleado de los Ibáñez pero negó ser un “planillero”. Aseguró que recibe un sueldo de G. 1.000.000 mensuales de sus patrones como casero.

De ser cierta la breve explicación, alguien incluyó los nombres de los tres trabajadores domésticos en la nómina de funcionarios de la Cámara de Diputados de manera inconsulta y, además, estaría cobrando mensualmente un total de G. 7.500.000. Mientras tanto José María Ibáñez paga una cifra sumamente inferior a sus caseros. Vecinos del lugar, quienes pidieron la reserva de sus nombres, dijeron que los empleados viven y trabajan en el sitio y que incluso conversan poco con el resto de los lugareños.

“No salen ni para ir a la despensa”, graficó uno de ellos. Señalaron que la propiedad ubicada en Estanzuela fue adquirida por Ibáñez cuando su padre, Antonio Ibáñez, ocupaba el cargo de titular del Instituto de Bienestar Rural (IBR).

Sin embargo, la construcción no empezó hasta que el hoy parlamentario colorado pasó a ser secretario privado y luego ministro de Industria y Comercio del expresidente Nicanor Duarte Frutos.

En dicha administración fue salpicado en la investigación de un negociado con semillas de algodón y matapicudos por su supuesta vinculación con la firma Traintec SA.

Otras personas que también prestarían servicios particulares a Ibáñez en otra propiedad son Mariano Díaz Amarilla, que figura con un salario de G. 2.500.000, y Marcial Speranza Jara, con un sueldo de G. 3.000.000.

Ambos también se encuentran asalariados en la Cámara de Diputados, donde cada legislador goza de cierto número de cupos políticos.

Reacción en las redes

La noticia de que el diputado José María Ibáñez (ANR) tiene varios empleados particulares asalariados por el Estado causó indignación entre ciudadanos y redes sociales especializadas en repudiar tráfico de influencias y nepotismo.

“Esto ya no tiene nombre, a este Ibáñez también se le tiene que imputar por los mismos motivos que a Bogado”, afirmó Alicio Cabrera.

“Este (...) es otro que hay que desaforar, procesar y fumigarlo”, expresó Roberto Giménez.

“Porque mirá que hay que ser ya tan ladrón, tan sucio, tan inmoral para hacer que nosotros les paguemos sus niñeras, sus cuidadores, sus choferes y toda su servidumbre”, acotó Waldo Fernández.

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