BUENOS AIRES, (EFE). “Muchas compañías en la Unión Europea (UE) están interesadas en invertir en Argentina, además, se necesita un clima de negocios claro y predecible”, dijo ayer Dombrovskis en un encuentro con la prensa en capital de la Argentina, donde asistió a la ceremonia de asunción de Macri, el flamante presidente del vecino país.
Dombrovskis, oriundo de Letonia, es el funcionario de mayor rango de la CE que ha visitado Argentina en la última década. El representante europeo prevía reunirse con Macri y con ministros que asumieron en la víspera en el vecino país.
Según los informes, en el encuentro, tratarán cuestiones referidas a las negociaciones para una asociación estratégica entre la UE y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, con Bolivia en proceso de adhesión), que incluye el libre comercio.
La asociación, dijo Dombrovskis, es “importante para ambos” bloques y aseguró que ve “mucho compromiso desde los dos lados para llegar a un acuerdo”.
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“Hay mucho interés (en invertir) y vemos las señales que recibimos del presidente Macri como alentadoras”, afirmó el representante.
Las conversaciones para el acuerdo de libre comercio se iniciaron hace casi dos décadas, pero colapsaron en el 2004, cuando la oferta de liberalización comercial de bienes y servicios de ambas partes fue considerada tímida por las partes: Mercosur y UE.
Oposición de Francia
El Mercosur está a la espera de que la UE decida iniciar el intercambio de ofertas de cara a un acuerdo de libre comercio, al margen del rechazo de Francia a hacerlo, aseguró en su momento el viceministro de Relaciones Económicas de la Cancillería nacional, Rigoberto Gauto. Nuestro país ejerce la presidencia temporal del bloque regional hasta este mes, cuando entregue la titularidad a Uruguay.
Gauto afirmó días atrás no tener información oficial sobre la postura de Francia que, según fuentes europeas, a finales de noviembre expuso su oposición a ese intercambio, pero aclaró que es la Comisión Europea la que debe de pronunciarse sobre el tema.
Según declaró el pasado domingo el secretario de Estado español de Comercio, Jaime García-Legaz, las reticencias de Francia al intercambio de ofertas se deben a “la falta de ambición del Mercosur”.