El juez de garantías de Curuguaty Carlos Martínez tendrá a su cargo la comparecencia, que se realizará en la sala número 1 de juicios orales. El Ministerio Público estará representado por los fiscales Sandra Quiñónez y Lorenzo Lezcano.
En tanto que la familia de Antonia Almada estará representada por el abogado Rodolfo Aseretto. El abogado de ABC Rubén Darío Romero también estará presente en la audiencia preliminar.
Acosta Marques estará representado por el abogado Vicente Alderete.
Tanto la organización como el sistema de seguridad estarán a cargo de la Corte Suprema de Justicia.
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La audiencia tiene relevancia ya que posterior a ella, el juez Martínez deberá resolver si hay méritos para que la causa se eleve a juicio oral y público.
Vilmar Acosta Marques, apodado Neneco, es considerado por la fiscalía y la Policía, con base en conclusiones investigativas y testimonios, el autor intelectual del atentado ocurrido el 16 de octubre de 2014 que acabó con la vida del corresponsal de ABC en Curuguaty y de la joven que casualmente la acompañaba a una cobertura.
El doble homicidio ocurrió en el Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, en horas de la siesta. Pablo, a través de sus publicaciones, había puesto al descubierto al entonces intendente de Ypejhú Vilmar Acosta sus vínculos con el narcotráfico.
Este procesado llegó a aquel alto cargo en representación del Partido Colorado, con el apoyo de la entonces gobernadora de Canindeyú y hoy diputada Cristina Villalba.
Parte de la acusación de la fiscalía menciona que el periodista Medina manejaba la información de que en el homicidio de Julián Núñez, (ocurrido el 1 de agosto de 2014), rival político de Neneco, estaban implicados Wilson Acosta Marques (hermano de Vilmar) y su hijo Gustavo Acosta Gadea, alias Chiqui. “Esta publicación había generado nuevamente rabia en el intendente de Ypejhú, Vilmar Acosta Marques, y esa actitud de este último habría llegado inclusive a conocimiento del Sr. Pablo Medina”, dice la acusación.
Vilmar huyó del país luego del asesinato de Medina.
La justicia de Brasil lo extraditó el 16 de noviembre de 2015. Al día siguiente fue remitido a prisión en el marco del proceso judicial.
En este caso, el exchofer de Vilmar, Arnaldo Cabrera, cumple cinco años de condena por el delito de omisión de dar aviso de un hecho punible. Su teléfono fue utilizado por Neneco para monitorear el atentado.
Otro implicado, Flavio Acosta Riveros, sobrino de Acosta Marques y uno de los supuestos sicarios está detenido en Foz de Yguazú Brasil, donde soporta un proceso de extradición. Wilson Acosta Marques, sindicado como otro de los tiradores, está prófugo. Es hermano del exintendente de Ypejhú.