Vilmar no es brasileño y debe ser juzgado en Paraguay, dice fiscal

El Ministerio Público de Brasil sostiene con base en documentos que Vilmar Acosta no es brasileño y por lo tanto no puede apelar a esa nacionalidad para evitar la extradición a nuestro país por el crimen del periodista Pablo Medina y Antonia Almada. En esta entrevista realizada en Ponta Porã el fiscal Vladimir Aras, encargado de Cooperación Internacional del Brasil, explica el desarrollo del proceso.

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–¿Cuál es el papel del ministro relator en este caso, José Dias Toffoli, quien hoy expone el caso ante el Supremo Tribunal Federal?

–El juez relator analiza los argumentos de la acusación de la fiscalía general y de la defensa. A partir de ese análisis hace un relato desde las dos ópticas, acusación y defensa, y después presenta la opinión de él.

–Presenta un voto...

–Sí, presenta el voto de él. Ese voto del ministro relator tiene el mismo valor que el de los demás votos porque cada ministro –son cinco en cada turno– puede decidir concordar o discordar con él.

–¿Cuántos ministros son?

–Once ministros. Se dividen en dos salas, primer turno y segundo turno. En cada una hay cinco ministros. Ese juzgamiento puede acontecer con cinco o cuatro ministros. Juzgan por mayoría, no es necesaria la unanimidad. Puede ser tres a dos, cuatro a uno, cinco a cero. Basta con que haya tres votos favorables y la decisión puede ser la extradición.

–Queda un ministro fuera de las salas

–Él es un coordinador.

–¿El relator es el preopinante?

–Exactamente. Él da su voto y después los demás votan. Y después de eso hay un recurso llamado “embargo de aclaración”. Es un pedido para que el fallo sea mejor aclarado, si hay dudas.

–Aclaratoria

–Exactamente, aclaratoria. Si hay alguna oscuridad se puede pedir el esclarecimiento. Luego de eso, se acabó.

–¿Termina ahí?

–Si el Supremo decide que no puede ser extraditado, acabó. Tiene que ser procesado en Brasil. Él será juzgado en Brasil por el crimen de homicidio.

–¿Como se realizará ese proceso?

–El Ministerio Público brasileño presentará las pruebas que fueron ofrecidas por Paraguay y él estará procesado aquí. En Brasil la pena por homicidio es de 12 a 30 años.

–¿Él no será liberado en ese caso?

–No necesariamente. Si la extradición fue negada ahí, la prisión puede ser mantenida a pedido del Ministerio Público. El Ministerio Público va a pedir que siga preso para un proceso brasileño.

–¿Decide un juez?

–Decide un juez. Aquí en el Brasil el Ministerio Público no puede detener solo. El juez, a pedido del Ministerio Público, lo hace. En este caso estaría sujeto a una pena de 12 a 30 años por dos homicidios calificados.

–¿Qué pasa si se da curso a la extradición?

–Hay una segunda etapa, una etapa política. Se pasa por el Poder Ejecutivo. En este caso la Presidencia de la República recibe un informe del Supremo Tribunal, que esta persona puede ser extraditada, pero la historia brasileña registra solo un caso de que un presidente brasileño denegó la entrega.

–¿Cuál?

–Fue el caso del italiano Cesare Batistti que el Supremo autorizó la extradición a Italia y el presidente Lula en esa época negó la entrega, pero fue el único caso en más de 30 años, es rarísimo que eso ocurra.

–¿Por qué no en este caso?

–En los casos de homicidio que son contra la libertad de prensa –que tanto en Paraguay como en Brasil es muy valorada– difícilmente acontecería que una decisión política del Estado brasileño se contrarie a una entrega del Supremo Tribunal. Pero ese es un segundo momento.

–¿Cuál es el primer momento entonces’

–El primer momento es la decisión del Supremo, que puede ser que sí o que no. Si fue “no” tiene que ser procesado en Brasil. Si fue “sí” el caso pasa a mesa de la Presidencia, que podrá decir si autoriza la entrega a Asunción.

–¿No tiene plazo?

–No tiene plazo pero, normalmente, no demora.

No corre lo de la supuesta persecución política

–Para ustedes es categórico que Neneco es paraguayo. ¿En qué se basan?

–Él fue político de Paraguay, ejerció el derecho de voto y fue votado como alcalde de Ypejhú.

El hecho de que todos sus lazos sociales fueron en Paraguay, el hecho de no tener un registro de él en Brasil, el hecho de que el documento que presentó no tiene bases sólidas, que es un detalle fundamental porque su documentación en Brasil es precaria, porque su registro en Brasil fue hecho tardíamente. Tardó mucho en hacer el registro. Ese registro tendría que tener un efecto con una orden judicial.

Él tenía que pedir a un juez que autorizara después de un tiempo debido. La mamá tiene que inscribir al niño luego de que nace, por tanto precisaría de una orden judicial para admitir ese documento.

–¿No lo hizo?

–Nosotros buscamos esa orden y hasta ahora no fue encontrada. Es muy posible que ese documento no haya existido.

–¿Qué piensan ustedes?

–Nuestra decisión es que es un papel que no tiene valor alguno (el que presentó Neneco al ser detenido).

La otra hipótesis es que el registro es falso para darle la posibilidad de usar un servicio público en Brasil, como brasileño, como es muy común en la frontera: brasileños que viven aquí, que tienen documentos paraguayos o paraguayos que tienen documentos brasileños.

No se puede nacer en dos lugares al mismo tiempo. Ese caso es imposible porque él alega que nació en Brasil, mas le contradice toda la documentación de su vida privada y pública, con base en la documentación de nacido en Paraguay. Uno de ellos es falso y es muy probable que sea el brasileño porque el documento de él no tiene origen y esa es la posición del procurador general (Rodrigo Janot).

–¿La discusión es este proceso es la nacionalidad’?

–Toda la discusión es sobre la nacionalidad, aquí no se discute el hecho de que es él. Es muy común que haya errores en el nombre, en el apellido materno o paterno. Pero en el caso de él, no se trata de si es un crimen acá o en Paraguay, porque lo ocurrido es un crimen en los dos países.

No es el camino de la defensa tampoco la prescripción, no se discute eso porque fue el año pasado, muy poco tiempo. Así que tampoco se trata de prescripción.

–¿Que más puede alegar?

–Que en el Estado de Paraguay no hay democracia y que es un perseguido político, religioso, o persecución por origen o por opción sexual.

–El alegó persecución política.

–No corre. No tiene fundamentos jurídicos, lo único que podría ser discutido es la perspectiva de la nacionalidad, que no le libra del proceso, le libra de la entrega a Asunción. La visión del procurador general es que sea juzgado allá, porque brasileño él no es.

ocaceres@abc.com.py

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