Entre los insumos biológicos es posible hablar de uno consistente en un compuesto microbiano de esporas latentes de hongos y bacterias, reproducidos in vitro en Holanda, que cumplen funciones variadas, entre ellas: la prevención de enfermedades causadas por hongos fitopatógenos responsables del damping off, parasitándolos o a través de micotoxinas, fitoalexinas y competencia por alimento; igualmente, se destaca la fijación de nitrógeno en compuestos asimilables.
Insumos de este tipo representan un bioestimulante que promueve el crecimiento por medio de hormonas que favorecen la exploración radicular de la planta huésped. Esta presenta mayor longitud y cantidad de pelos absorbentes que captan nutrientes y agua, reflejándose en la parte aérea con un verde más intenso y mayor biomasa. A su vez, activadores biológicos que degradan células de materia orgánica, permiten la recirculación de nutrientes, controlan la población de nemátodos, solubilizan el fósforo inorgánico, entre otras acciones.
Por otra parte, el agricultor puede acceder a un insumo que contiene compuestos nitrogenados, potásicos y micronutrientes. Estos tienen la singularidad de contener nanopartículas de plata, que aumenta la difusión de la luz e incrementa la tasa fotosintética de la planta para un mejor aprovechamiento de nutrientes y energía solar. Este aspecto determina la incorporación de tecnología de punta en la producción de insumos agrícolas.
APLICACIÓN
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La dosis, en el caso de la soja y el maíz –que son los cultivos en desarrollo actualmente–, es de 2 ml/kg de semilla tratada. Con dicha adición es posible cubrir la superficie de las semillas y crear una capa protectora. El tratamiento se realiza el mismo día de la siembra, por tratarse de microorganismos fotosensibles que se desarrollan en ambientes oscuros y húmedos. No es necesario incorporar agua para aumentar el volumen del producto. Cabe destacar que se descarta el uso de fungicidas en el tratamiento de semillas.
VENTAJAS
El beneficio se da de manera sistemática y prolongada, debido a que algunos de los componentes colonizan el suelo y lo liberan de ciertos fitopatógenos. El insumo biológico utiliza a los organismos dañinos como fuente de alimento y reduce la incidencia de estos. Igualmente, reconstituye la biodiversidad benéfica de ecosistemas edáficos, favorece la degradación de la materia orgánica, aporta ácidos húmicos y fúlvicos, mejora la aireación e infiltración de agua, pH, fertilidad y retención de agua de los suelos. El beneficio inmediato y más importante es el aumento de entre el 10 y 40 % del rendimiento, dependiendo de las condiciones edáficas y climáticas, hecho que lo hace atractivo para los productores.
RECOMENDACIÓN
Los defensivos biológicos tienen un periodo de elaboración de seis semanas para entregar al cliente un producto fresco. Debe ser conservado a una temperatura de 4 a 8°C. Ideal para utilizar en todas las regiones del país, debido a que se desenvuelven en temperaturas de 2 a 37 °C, pH de 4 a 9, texturas arenosas o arcillosas, establecen relaciones simbióticas con hortalizas, pasturas, frutales, flores, por lo que podemos decir que las plantas que sean tratadas con estos productos pueden ser más sanas, robustas y productivas.
(*) Asesor técnico de Hanseplant Paraguay.
