Control de la erosión - Prof. Dr. Arnulfo Encina Rojas (*)

La principal causa de la ocurrencia de la erosión hídrica es la escasa cobertura del suelo, siendo esta la principal razón de ocurrencia. La solución más práctica y efectiva es mantener cubierto el suelo durante el mayor tiempo posible. Esto conlleva múltiples beneficios: reduce la erosión hídrica y eólica, el arrastre superficial y el costo; aumenta el contenido de materia orgánica, la infiltración de agua y retención de humedad; mejora la fertilidad química.

Existen varias prácticas agronómicas que se pueden aplicar para mantener el suelo cubierto.

ABONO VERDES

El uso de abono verde es la práctica en la cual se cortan restos vegetales para depositar en estado verde sobre la superficie o incorporar en el suelo. Para tener éxito en la implementación de abonos verdes, se deben seleccionar especies rústicas y que requieran de mínimos cuidados culturales. Cuando los suelos son muy pobres en fertilidad y no permiten el buen desarrollo de esta especie vegetal, es necesaria la utilización de fertilizantes, sean orgánicos o químicos.

Entre los principales efectos favorables del uso del abono verde están: la protección del suelo contra los efectos del viento y el agua, la reducción de la fuerza erosiva del agua, la acumulación de los restos orgánicos; el aumento del contenido de humus y ácidos orgánicos, fundamental para la solubilización de los minerales; el aumento de macro y micronutrientes en la capa superficial, la disminución de efectos tóxicos del aluminio y manganeso por la formación de complejos, el aumento de la actividad biológica y la capacidad para la retención del agua, entre otros. Entre las características conservacionistas deseables de los abonos verdes que deben ser consideradas para la selección de estos, están las siguientes:

- Rápido crecimiento y buena cobertura del suelo.

- Producción de gran cantidad de masa verde y seca de la parte aérea y radicular.

ESPECIES DE ABONO VERDES

Aunque existen varias especies de abonos verdes de verano e invierno, se pueden mencionar como las de mejor comportamiento a las siguientes especies: la Mucunaceniza (Mucuna pruriens Steph), Lab-lab (Dolichos lab lab), Canavalia (Canavalia ensiformis L.), Kumanda yvyra'i (Cajanus cajan L.), Crotalaria juncea (Crotalaria juncea L.), entre otras de verano.

Entre las principales de invierno están: Nabo forrajero (Raphanus sativus L.), Vicia villosa (Vicia villosa Roth), Avena negra (Avena strigosa Schreb), Lupino blanco amargo (Lupinus albus L.).

SIEMBRA DIRECTA

Es una práctica en la que no se realiza labranza del suelo y se produce la siembra o plantación sobre restos del cultivo anterior. Esto permite la acumulación de restos orgánicos que actúan de protector del suelo contra el viento y el agua de lluvia.

Entre los principales efectos favorables de la siembra directa sobre el suelo están: acumulación de restos orgánico, aumento del contenido de humus y ácidos orgánicos, fundamental para la solubilización de los minerales; aumento de macro y micronutrientes en la capa superficial, disminución de efectos tóxicos del aluminio y manganeso por la formación de complejos, reducción de la fuerza erosiva del agua, aumento de la actividad biológica y la capacidad para retención del agua, entre otros.

ROTACIÓN DE CULTIVOS

Es la práctica en la que se produce la siembra de especies diferentes en una misma parcela, en tiempos sucesivos, incluyendo una especie de abono verde.

Entre los principales efectos positivos de la rotación de cultivos están: mejor utilización del agua y nutrientes, mayor fertilidad del suelo, y menor presencia de plagas y enfermedades.

CULTIVO CONTRALA PENDIENTE

Cultivar en sentido contrario a la pendiente del terreno tiene como objetivo principal reducir la fuerza erosiva del agua y, por lo tanto, disminuir la pérdida de material orgánico y mineral del suelo.

Entre los principales beneficios de esta práctica están la reducción de la pérdida de nutrientes, el aumento en la infiltración interna de agua y la retención de humedad del suelo, sumado a la reducción de la fuerza de arrastre de las aguas.

(*) Profesor e investigador en ciencia del suelo.