Esto es, sin lugar a dudas, lo que garantiza la calidad superior del producto final. Todo lo que se cuida con entrega y dedicación siempre sale mejor. Carin Kirchhofer –mujer, madre y dueña de una de las 60 granjas avícolas– nació en el departamento de Cordillera hace 38 años. Es veterinaria recibida de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y mamá de tres hijos, a quienes describe como su motor vital.
“Me inicié en el rubro de la avicultura en el 2006 como técnica veterinaria para una empresa avícola. A inicios del 2010 comencé a trabajar de forma independiente y con la empresa familiar, que hace 20 años –aproximadamente– es una granja integrada. Hoy, junto con mi marido, nos dedicamos por completo al trabajo en la granja familiar Las Colinas”.
El establecimiento se encuentra en Valenzuela, departamento de Cordillera, y fue fundada por el padre de Carin, el Ing. Agr. Pedro Kirchhofer, hace 40 años. Allí, Carin, su papá y sus hermanos trabajan en el desarrollo integral de la granja, que –aparte del rubro avícola– también cultiva caña dulce.
El día arranca con la preparación de los hijos para la escuela. Luego, la siguiente prioridad es verificar cómo están los pollos.
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“No existe un horario definido para mi actividad, ya que, cuando hay aves en la granja, las dificultades se presentan, a veces, en momentos en los que el resto de la gente ya está descansando. Lo importante es estar presente y solucionar los desafíos en el momento, sin dejarlos para otra hora u otro día. Estoy convencida de que la mejor forma de entregar un producto de primer nivel es concentrándose en el bienestar animal, asegurando que cada pollo reciba condiciones óptimas de crianza: buena temperatura, alimento de primera calidad, buen trato y excelentes condiciones para la entrega al frigorífico. Todos debemos estar atentos, tanto el personal en los galpones como el veterinario, a los cambios de conducta de las aves”.
IMPORTANCIA DEL PERSONAL
El rol de las personas que colaboran en los galpones es sumamente importante, ya que gran parte de la producción depende de ellas. “Me gusta trabajar con personas a quienes les guste esta labor y creo firmemente que esto hace la diferencia en el producto final. Lo más gratificante es cuando el último pollo está listo y saber que uno, como profesional, entregó de sí para que tenga un producto de primera calidad. El asesoramiento al productor es muy importante. Particularmente, nos sentimos acompañados por los veterinarios que asesoran a las granjas integradas. Hay una conexión y comunicación permanente y abierta con ellos”.
MENSAJE FINAL
“En nuestras manos está uno de los mejores alimentos del mundo y debemos lograr que llegue a cada hogar con la mejor calidad”.El pollo es la carne del futuro. Todas las proyecciones de la FAO indican que, a medida que la población mundial siga creciendo y, con ella, la demanda de productos alimenticios, la producción de carne que más crecerá será la de ave.
El consumo de carne per cápita alcanzará los 35,3 kg/persona para el 2025 y este consumo será compuesto, en su gran mayoría, por la carne de pollo. Se estima que, para este período, la producción mundial será de 131,25 millones de ton. Esto se debe, principalmente, a que la carne de pollo es la más aceptada y solicitada globalmente.
La avicultura nacional ha experimentado un fuerte crecimiento en tecnología y producción en los últimos años. En nuestro país, es una actividad multiplicadora de riquezas, pues están involucrados no solamente los avicultores asociados o “integrados”, sino también agricultores, fleteros, obreros industriales y toda la gran cadena de distribución del producto terminado.
(*) Productora integrada a Pollpar - KZero.