El reto del cambio climático - Ing. Agr. Fernando Díaz Shenker (*)

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En pocas palabras, lo que sintetiza el cambio climático es una seria amenaza a la que hoy se enfrenta la humanidad, a fin de preservar la vida en el planeta. En efecto, numerosos estudios son coincidentes en que se trata de una problemática real que ya ocasiona desórdenes y alteraciones de carácter económico, social y ambiental.

Es quizás por eso que la serie de cumbres mundiales que se han realizado apuntan e insisten en concretar y efectivizar acuerdos globales, que a partir de medidas estratégicas, como ser aquellas sostenibles, la educación ambiental, el empleo de tecnologías limpias, la preservación de bosques nativos, la labranza y siembra de suelos con laboreos mínimos, se posicionen fuertemente en los países como políticas ambientales públicas, entre otras.

LOGROS Y DESAFÍOS LOCALES

Ante este escenario mundial, el Paraguay tiene que acompañar con mayor énfasis y esfuerzos las acciones y prácticas agropecuarias e industriales, sobre todo, las que contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y estimulen la resiliencia y aquellas prácticas que se muestren amigables con el medio. Ejemplos locales existen, pero hay que apoyarlos, reconocerlos y difundirlos en todo el país, ante todo en los centros educativos y entre los pequeños agricultores. En este sentido, el uso de contenedores de distintos colores para depositar los residuos preclasificados es un primer paso, las campañas educativas con forestaciones y arborizaciones ya cobran un espacio destacado y se multiplican; el reciclaje de neumáticos para elaborar asientos, plantar vegetales y plantas de jardín también son noticia; experiencias con invernaderos a partir de botellas de plástico (de gaseosas, jugos y otros) han merecido un espacio, incluso, en las plataformas de ABC Color, el uso de bolsas biodegradables y bolsas de papel, las empresas que se suman al proyecto de Pacto Global, entre otros, son excelentes ejemplos. Por otro lado están aquellas realidades que hay que revertir, como la acumulación de basuras que es más que lamentable, la falta de saneamiento básico y el acceso al agua potable; la contaminación de fuentes hídricas por desechos domiciliarios, industriales y de mataderos; el mayor uso de tecnologías limpias, como paneles y cocinas solares, molinos de viento, entre otros; la reforestación en aquellas áreas descubiertas, la forestación en las zonas que bien pueden preservarse. El cuidado de las especies silvestres, aunque no se crea, ayuda a mantener equilibrios y elevar las condiciones de bienestar para el hombre.

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OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS)

Hoy en día, los ODS plantean un eje de acciones interrelacionadas con componentes sociales, educativos, económicos, culturales y ambientales. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los ODS “no solo son realistas y alcanzables, sino también ambiciosos, transformadores y universales”. A modo de resumen, se pueden destacar de la siguiente forma: erradicar la pobreza y el hambre; garantizar una vida y alimentación saludable, promoviendo la agricultura sostenible; lograr la igualdad entre países y personas, y una educación de calidad para todos; fomentar que el crecimiento económico, empleo, y sistema de producción y de consumo sean responsables y justos; conseguir un acceso sostenible del agua y el saneamiento para todos, asegurar el acceso a energías sostenibles, tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, conservar y utilizar de forma sostenible los ecosistemas terrestres y marinos; combatir la desertificación, deforestación, degradación de la tierra y pérdida de la diversidad biológica. Como puede apreciarse, varios de estos objetivos atienden al cambio climático y aspectos ambientales claves para la vida digna de las personas.

CONCLUSIÓN

Hoy, las tendencias enfatizan la necesidad de una efectiva transición hacia la sostenibilidad del planeta, hacia modelos amigables y resilientes de producción, condiciones dignas y de mejor calidad de vida para el hombre, siempre respetando los ecosistemas y la biodiversidad, buscando articular lo ambiental y verde con lo económico y social. En este contexto existen plataformas virtuales a las que se pueden acceder para informarse y colaborar con una mejor adaptación al cambio climático.

(*) Especialista en Comunicación Rural.