Guabirá - Ing. Agr. Msc. José A. Salinas Daiub (*)

En el bosque se encuentran frutas, plantas medicinales, semillas, hongos, miel, raíces, leña, animales silvestres, aves, entre otros, que son recursos utilizados por todos quienes dependen directa o indirectamente del mismo. Es decir, su importancia socioeconómica, ambiental, medicinal y hasta de subsistencia crece en importancia, y debemos darle la atención debida que nos corresponda como profesionales o ciudadanos preocupados por la vida misma.

Existen numerosos árboles frutales cuyo interés en la alimentación queda demostrado por el uso tradicional por parte de la gente del campo y la ciudad, algunos de ellos han decaído en su uso, aunque se siguen recolectando de manera silvestre y se tiende a cultivarlos en determinados lugares, tal es el caso de Campomanesia xanthocarpa (Berg.), conocido con el nombre de Guabirá.

APORTES NUTRITIVOS Y MEDICINALES

Las frutas del Guabirá tienen su importancia en la dieta humana para el mantenimiento de la salud y la prevención de algunas enfermedades. Los beneficios de su consumo estarían relacionados no solo con el valor nutritivo, sino también con la presencia de compuestos fitoquímicos o sustancias bioactivas diversas que actuarían como posibles protectores contra ciertos cánceres, entre otros efectos beneficiosos para la salud.

Se han identificado muchos de los posibles agentes anticancerígenos, como carotenoides (color anaranjado de la fruta), vitamina C (antiescorbútica, antigripal, anticancerígena) y vitamina E (especial para la vista), además posee zinc y fibras, que son importantes para la regulación del tracto intestinal. Por ejemplo, si consideramos que la cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 60 – 90 mg/día, si se consumieran tres frutas de Guabirá como una ración, la cantidad de vitamina C aportada por ellos sería suficiente para cubrir los requerimientos diarios.

El Paraguay cuenta con especies que se enfrentan a un sinnúmero de problemas, entre ellos, los constantes cambios en la flora por la deforestación y el aumento de los asentamientos rurales que dan origen a la desaparición de algunas especies, extinguiéndose también el conocimiento de los usos populares.

No podemos dejar de manifestar que existe una gran preocupación por la pérdida de la biodiversidad y de la información por conocer la composición de frutos no tradicionales, con el fin de recuperar aquellos de alto valor nutritivo o con más compuestos bioactivos. En el Paraguay debemos incentivar la forestación y reforestación con árboles frutales, cuyos frutos sean los más nutritivos posibles, ya que algunos se encuentran incluso en vías de extinción.

(*) Técnico asesor en Desarrollo Rural, Pilar, Ñeembucú.