Ingenio arrocero en el Chaco promete alto desarrollo agrícola - Graciano Pereira (*) e Ing. Agr. Fabián Pereira (*)

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La producción agrícola plantó su bandera en el Chaco y el arroz ha logrado crecer gracias a ambiciosos emprendimientos privados que permitieron aprovechar las condiciones de este territorio para el cultivo. Actualmente, los rendimientos hablan de 8700 kg del cereal limpio por hectárea, muy encima de la media nacional de 5000 kg/ha.

“Queremos mostrar a todos los productores agrícolas que mediante la tecnología con que se dispone hoy en día podemos realizar grandes obras en el Chaco, como en cualquier lugar donde se disponga de los medios necesarios para la producción. El empresario tiene que apostar a invertir en nuestra tierra y generar fuentes de trabajo, porque es bastante el movimiento de mano de obra que genera la producción de arroz, no solo en forma directa, sino también a través de toda la cadena productiva”.

PROYECCIÓN

El objetivo de llegar al norte del país, específicamente a la región oriental, es convertirlo en un verdadero polo de desarrollo agrícola, de tal forma a que otros productores puedan interesarse y sumarse al proyecto del arroz. El proyecto a mediano plazo es la instalación de una planta molinera en la ciudad de Concepción para el procesamiento de materia prima propia como de otros agricultores. “Se está demostrando que es posible tener un alto rendimiento en cuanto a volumen y calidad del arroz en esta región. Aparte de ello, somos muy celosos del cuidado del ecosistema, que va de la mano del uso adecuado de la tierra”.

El ingenio arrocero permitiré generar mucho desarrollo en el Chaco y los empresarios de la zona podrán fortalecer sus áreas de producción. Existe toda una cadena beneficiada detrás, como tractoristas, aguadores que controlan si llega agua a las parcelas, operadores en silos, transportistas, maquinistas, entre otros. “Queremos llegar a las 10.000 ha de arroz y el sueño es sacar unas 100.000 ton. de arroz blanco procesado del Chaco”.

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ARMONÍA ENTRE PRODUCCIÓN Y AMBIENTE

La visión de producir un cereal como el arroz es que tenga una máxima sintonía con el ambiente chaqueño. La región, precisamente, permite aprovechar determinadas oportunidades en las que se conjugan el buen caudal de agua y tierra fértil que, acompañada con las técnicas agronómicas adecuadas, permitieron construir una unidad agrícola altamente compatible con lo que es producción y el medio.

“Buscamos la alternativa de producir algo diferente, de sacar un rédito y tratar de transformar los campos agrícolas del Chaco. Estos son campos que demuestran muy buen potencial. Hay que saber manejar la sistematización porque son campos bajos y planos en su gran mayoría; la canalización es muy importante y la topografía debe ser aún mejor para hacer llegar el agua en su máxima expresión a toda la superficie de la tierra”.

ANTECEDENTES DEL PROYECTO

La iniciativa, que arrancó hace cuatro años, empezó en el 2018 con 800 ha de arroz y, para el 2019, se extendió a 1800, debido a los excelentes rendimientos. El emprendimiento incluye zonas muy cercanas al río Paraguay, donde se cambió la actividad ganadera a la agrícola, debido a la baja carga de unidad productiva (un bovino por hectárea). “Los campos al ser inundables prácticamente no permitían poner ni media unidad ganadera por hectárea; además, no había rutas ni caminos. Entonces, gracias a la agricultura fue posible aprovechar mejor los terrenos, en los que hablamos de una productividad de 12.000 kg/ha”.

(*) Directivos de GPSA.