No obstante, la desaparición de las abejas en el mundo ocurre a un ritmo cada vez más acelerado, lo que se ha dado en llamar síndrome de colapso de colmenas o colony collapse disorder (CCD, por sus siglas en inglés); una preocupante situación que urge revertir lo antes posible, por cuanto se ven perjudicados los procesos de polinización en el mundo: cereales, variedades de frutales, forestales, hortícolas, plantas forrajeras, abonos verdes, que constituyen alimentos para el hombre y otras especies. “Un mundo sin polinizadores sería un mundo sin diversidad de alimentos y, a largo plazo, sin seguridad alimentaria”, afirmó en Eslovenia el director general dela Organización de las Naciones Unidas parala Alimentación yla Agricultura (FAO), José Graziano da Silva.
PANORAMA ACTUAL
Además de las conocidas causas que perjudican a las abejas, como la deforestación, el monocultivo, la quema de campos, el uso de agrodefensivos tóxicos, entre otras, la literatura es coincidente en el escenario de riesgo que se presenta hoy para estas. Así, el Ing. Agr. Patricio Árabe, quien trabaja con apicultores en Chile, señaló que las sequías y los aumentos constantes de temperatura que se han acentuado por el cambio climático hacen que las plantas se estresen, con lo que cambia su fisiología: estas empiezan a comportarse de manera distinta y, por lo tanto, no producen el néctar, principal alimento para las abejas. En Francia, se ha corroborado que la desaparición de las abejas estaba asociada al imidacloprid, un agroquímico utilizado como fertilizante cuyo componente principal es la nicotina. En los Estados Unidos, varios estudios comprobaron una relación entre las abejas y el “virus israelí” de la parálisis aguda, al igual que en España, que se culpó al parásito Nosema ceranae de la desaparición de las abejas melíferas. En Chile, un estudio dela Universidad Técnica Federico Santa María descubrió en el 2012 productos cancerígenos en el polen de un 70 % de las muestras de las colmenas de la región de O'Higgins. Y hay más resultados a los que se pueden acceder.
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Existen organismos internacionales, instituciones, investigadores, actores y referentes en el mundo que con sus trabajos buscan minimizar y revertir esta realidad. Por ejemplo, con la promoción de los enfoques agroecológicos de producción agrícola, la difusión de la producción certificada de acuerdo a los protocolos de buenas prácticas agrícolas, la incorporación del manejo integrado de plagas (MIP) para el control en cultivos agrícolas, los sistemas agroforestales de trabajo en donde la ganadería sostenible cobra una singular relevancia. Y con aquellas estrategias que buscan mitigar los efectos del cambio climático que con sequías e inundaciones afectan la recolección del polen y néctar para estos nobles insectos de las flores (el polen como fuente de proteína y el rectar como principal alimento azucarado).
CONCLUSIÓN
Si el hombre tiene la intención de seguir viviendo en este planeta, debe poner límites a la expoliación de los recursos naturales y la degradación del ambiente, tiene que proteger a las abejas y preservar la biodiversidad, mitigar el cambio climático y utilizar la tecnología de manera amigable con el medio. Urgen las respuestas sostenibles y serias que ayuden al bienestar del hombre, respetando a estas invaluables especies.
(*) Especialista en Comunicación Rural.