Nutrición en equinos - Prof. Dr. Antonio Gómez (*)

Este artículo tiene 8 años de antigüedad
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La nutrición constituye un factor principal en el correcto manejo del caballo. En este sentido, la especie equina es una de las más delicadas en cuanto a dieta alimentaria. Entre sus requerimientos figura un porcentaje de proteína, además de hidratos de carbono, vitaminas y minerales. Asimismo, el agua es un elemento indispensable, así como en cualquier otro ser vivo.

Entre los primeros requerimientos de los equinos figuran las proteínas, que pueden definirse como cualquier sustancia compuesta por aminoácidos con uniones pépticas. La palabra proteína proviene de la griega protos o primero, lo cual indica que es el elemento básico de todas las células vivientes. Las proteínas también están involucradas en la estructura bioquímica de las hormonas, enzimas, portadores de nutrientes, anticuerpos y muchas otras sustancias con funciones esenciales en los seres vivos. La proteína de alta calidad es esencial para el máximo desempeño de cualquier caballo. Esta debe estar compuesta por los aminoácidos apropiados y con alta disponibilidad. La interacción de estos aminoácidos con las vitaminas y los minerales son necesarios para el mantenimiento, crecimiento y reparación de los músculos. Esto dará como resultado tejidos y huesos más fuertes; cascos resistentes, ligamentos funcionales y una estructura global más fuerte.

HIDRATOS DE CARBONO

Corresponde a la energía, que es el “combustible” para los procesos del cuerpo. Tiene que ser provista y digerida eficientemente en la forma de glúcidos y lípidos. La energía es medida como energía digestible (ED), la cual es expresada en calorías (kcal o megacal) y representa la proporción de energía disponible para el caballo en forma digestible. La energía consumida, sobre la cantidad necesaria para suplir el organismo para mantenimiento, producción y crecimiento, será depositada en forma de grasa. Los caballos en buenas condiciones corporales que reciban insuficiente energía diariamente en su dieta quemarán la energía almacenada en forma de grasa. Los caballos en una condición corporal pobre, recibiendo insuficiente energía diaria en su dieta, desarrollarán serios problemas de salud que podrían, inclusive, terminar en la muerte del animal.

MINERALES

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Los caballos necesitan en su dieta, por lo menos 15 minerales diferentes. Algunos de estos se requieren en cantidades relativamente mayores, como son el calcio, fósforo, sodio, potasio, magnesio y el cloruro. A estos se les llama macroelementos. A los otros elementos, necesarios en cantidades menores, se les llama microelementos. Estos son el hierro, cobre, zinc, manganeso, cobalto, selenio e iodo.

VITAMINAS

Son elementos que los caballos necesitan en pequeñas cantidades, variando de un animal a otro. Las vitaminas pueden separarse en dos grandes grupos: vitaminas liposolubles: A-D-E-K (solubles en aceite), y vitaminas hidrosolubles: C y el complejo B (solubles en agua).

AGUA

Los caballos, por regla general, consumen entre 25 a 60 l de agua por día, en climas apropiados, con alimentación adecuada, trabajo normal; pero puede variar según el tamaño de los animales. En cambio, una yegua en lactación exige un aumento de 15 a 30 l adicionales por día, así como se necesita un aumento considerable en los días muy calurosos; durante ejercicios muy fuertes y cuando consumen alimentos muy secos. En lo referente al mecanismo del abrevamiento, los equinos lo realizan por succión, esto es, por medio de la boca y la lengua (así como el cuerpo y el émbolo de una bomba aspirante e impelente) y para ello introducen en el agua los labios, sin meter las narices en ella.

CANTIDAD DE ALIMENTOS

Un caballo debe ingerir como alimento una cantidad estimada en 1 y 2 kg por 100 kg de peso corporal. La cantidad de alimento que se administra se divide en raciones. En animales estabulados se recomienda dividir en tres raciones: mañana, siesta y noche; con suplementos vitamínico-mineral y agua ad libitum (a voluntad). Cuando se habla de granos, hace referencia a la avena, maíz y al sorgo; mientras que el heno hace alusión a fardos de alfalfa u otros pastos. En cuanto a la utilización del balanceado, deberá administrarse a animales de campo, de trabajo y, poco o nada, animales estabulados, por el riesgo de cólicos. A estos últimos se debe suministrar solamente avena y alfalfa; y, en invierno, un poco de maíz molido. En la alimentación de los caballos es prioritario tener cuidado de no cambiar bruscamente su régimen. No debe dárseles materiales alterados o mal conservados, o alimentos fermentados o rancios, con proliferación de hongos, porque representarían la aparición de cólicos o la muerte.

PASTURAS

En el caso de animales criados sobre pasturas, estas deberán ser adecuadas para los animales. Pueden criarse sobre pasto Pangola, Costal Bermudas y Estrellita, Tifton, entre otros. No debemos hacer pastar a los caballos en la especie Colonial, la Brachiaria, así como tampoco suministrarles pasto Elefante, porque estos últimos ocasionan graves enfermedades en los huesos de los caballos, como raquitismo y osteoporosis, entre otros.

(*) Especialista en equinos