De esta manera, y con su implementación, es posible disminuir la huella ecológica y de carbono, que cada uno produce con el consumo y desecho, sea de alimentos, envases, bolsas, electrónicos, bicicletas, electrodomésticos, entre otros. Además, al reparar, por ejemplo, un teléfono celular o computadora se ahorra dinero en comparación a la compra de un nuevo aparato o equipo. Al no arrojarse, se contribuye al cuidado del ambiente.
REDUCIR
Se refiere a disminuir el consumo en general, haciéndolo de una manera sostenible, sin excesos, así como reducir el volumen de basuras que se arrojan o abandonan. Para los consumidores, esto implica adoptar hábitos de ahorro, lo que se traduce en beneficios para el ambiente y el bolsillo de las personas. Algunos ejemplos son: economizar en el consumo de agua, energía eléctrica, papel y cartón, además de los combustibles fósiles para el transporte, al mezclarlos o sustituirlos por otras fuentes, como los agrocombustibles.
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REUTILIZAR
Implica volver a utilizar los insumos y productos, prolongando su vida útil. De este modo, se generan menos basuras, se protege al medio, y los consumidores ahorran su dinero. A modo de ejemplo, para hacer las compras, mejor emplear bolsas reciclables de papel o tela, en lugar de las de plástico, de mayor impacto ambiental. Volver a usar los envases, tarros, frascos para guardar diversos productos, así como los alimentos. Utilizar las pilas recargables en vez de las comunes y reutilizar los aparatos electrónicos, vendiéndolos o donándolos a instituciones que todavía pueden aprovecharlos.
RECICLAR
Con varios usos y una vida útil más prolongada, los productos pueden ser reciclados, aprovechando sus partes y componentes. Los envases de vidrio y plástico, equipos electrónicos, y restos de comidas y vegetales que pueden aprovecharse, para preparar un abono orgánico o compost para huertas y jardines, son ejemplos de reciclaje que están al alcance del consumidor. De nuevo se generan menos desperdicios y se contamina menos el medio. Para el reciclaje es importante disponer de contenedores de distintos colores, según la naturaleza del residuo. En el Paraguay ya existen iniciativas en este sentido, al igual que en el campo, gracias a las normativas de las buenas prácticas agrícolas.
RECUPERAR
Se trata de una alternativa que plantea reparar o rediseñar los objetos, artículos, aparatos y otros, a fin de minimizar el consumo de recursos naturales, generando y arrojando menos basuras. Con esta cuarta R se logra disminuir el hábito de comprar y tirar, se ahorra en dinero y se adquiere un comportamiento más amigable con el medio, reduciendo –como se señaló– la huella ecológica personal, familiar, de una empresa, establecimiento y demás. Reparar es un reto bueno para el planeta y bolsillo, afirma en un artículo Eva San Martín que, en la actualidad, se tira el dinero literalmente a la basura. Agrega: “Según los expertos, el 25 % de los aparatos tecnológicos que se desechan podrían ser reutilizados. En otras palabras, reparar lo que puede tener una segunda vida recupera estos productos y prolonga su vida útil, con los beneficios que esto tiene para el medio. Además, puede ser una fuente importante de trabajo para el sector del llamado empleo verde".
CONCLUSIÓN
El consumo es necesario y forma parte de las necesidades del hombre, pero hoy en día, ante la degradación ambiental y el cambio climático es importante hacerlo de una manera racional, sostenible y más amigable con el entorno.
(*) Especialista en Comunicación Rural.