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Son ideales para tablas de picar, bowls, entre otras herramientas útiles para el quincho o la cocina. En verano se lucen los de colores vibrantes: verdes, azules, rojos, amarillos, violetas; todos se ven divertidos y harán que también los chicos quieran participar en la preparación de algunas delicias.
Para vestir la mesa las opciones son variadas; los verdes y cualquier motivo de naturaleza como hojas o flores nunca fallan en las mesas de exteriores, ya que combinan a la perfección con su entorno. El amarillo está de moda, y se usa no solo en la vajilla o individuales sino también en peras o flores artificiales.
El azul y los motivos marinos nunca están de más en las temporadas de calor; es ideal para combinar con otros tonos y se consigue en servilletas, individuales de tela, copas, vasos y platos. El rojo es otro elegido del verano, en su versión más oscura; queda regio con tonos nude y flores blancas.
En general, la apuesta es por los individuales, dejando un poco de lado los manteles. En verano se estilan las mesas rústicas de madera al desnudo, que no gustan de ser tapadas.
Agradecimientos: Unicentro y Oile.