Los vemos en propuestas de jardines verticales, por ejemplo este que realizó Wall Green (derecha), y también en quinchos y galerías donde las dueñas de casa suelen exponer estas bellezas.
Su nombre científico es Nephrolepsis, de la familia de las Polypodiaceae y cuyo nombre común es helecho.
Pruebe a cultivar los nefrolepsis, ya que, además de ser los más atractivos, son los más resistentes y versátiles de todos los helechos. Recuerde que a esta planta le gusta el compost a base de turba. Mantenga la atmósfera húmeda, especialmente en verano; rocíela con agua regularmente o coloque su planta sobre una bandeja con piedritas mojadas. Riegue abundantemente y no deje que el compost se seque. La mejor forma de regar un helecho es colocándolo en una cesta colgante e introducir todo el recipiente en un balde de agua, una vez por semana durante algunos minutos. En este período añada un fertilizante al agua.
A pesar de que los nefrolepsis son más fáciles de cultivar que los demás, no se pueden dejar a pleno sol, ni en la sombra durante periodos prolongados, necesitan luz abundante, pero indirecta.
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Las hojas se endurecen y marchitan si no les proporcionan agua y humedad suficientes. Corte todo el follaje seco y sumerja la planta en agua. Las hojas pálidas son señal de que la planta recibe exceso de sol. Las hojas amarillentas y de aspecto enfermizo indican que la planta no recibe elementos nutrientes suficientes, así que deberá abonarla con mayor frecuencia.
Las cochinillas deben quitarse con un cepillo empapado en alcohol metílico. Si aparecen orugas cortadoras se controlan con insecticida de contacto.